viernes, 7 de octubre de 2011

El estudiante de educación a distancia



La mayoría de los estudiantes que optan por la educación a distancia (EaD) son adultos cuya necesidad específica de aprendizaje los enfrenta en solitario a una modalidad muy diferente a lo que conocieron en su etapa juvenil. Ello provoca un choque de paradigmas difícil de franquear. Y para complicar un poco más la situación, el alumno se enfrenta a la presión psicológica de tener que desarrollar sus actividades laborales y familiares a la par de sus estudios, por lo que debe poseer una gran disciplina, un elevado compromiso personal, y, en su momento, un cierto sacrificio en sus relaciones o de los tiempos que dedica a su familia, su sueño o su trabajo, para poder alcanzar sus metas educativas. Dichas cualidades no siempre las puede aplicar oportunamente (especialmente si se trata de una madre de familia que también trabaja) y ello trae como consecuencia una falta de dedicación al estudio que repercute negativamente en su trabajo académico, sus relaciones de equipo y con sus profesores. El cansancio y la escasez de tiempo son las variables que más afectan el desempeño del estudiante a distancia.

Estudiar a distancia no siempre es una cuestión de gusto, sino de necesidad, y la mayoría de las veces será porque no se puede acudir de manera regular a un centro educativo tradicional o bien para conseguir un diploma que mejore una situación laboral; pero también existen los que buscan satisfacer inquietudes personales y aprender cosas relevantes y nuevas. Empero todos ellos experimentan una dificultad inicial para adaptarse a la EaD hasta que se le encuentra el sentido. Los estudiantes a distancia, cuando superan las barreras iniciales de la modalidad y las trabas psicológicas y de disciplina personal, se sitúan en una posición de privilegio ya que adquieren nuevas habilidades, particularmente de aprender a aprender, de disciplina, madurez y autocontrol así como de uso de las tecnologías emergentes que le dan un gran valor agregado a su proceso educativo que va mucho más allá del tema estudiado.

En la práctica, las barreras psicológicas resultan más determinantes que las que impone la modalidad. La falta de disciplina personal, de hábitos de estudio o de confianza en una metodología diferente como es la de la EaD pueden llegar a perjudicar seriamente el proceso educativo del estudiante. La clave para superarlo radica en encontrar oportunamente una motivación interior lo suficientemente fuerte como para darle el poder al alumno en su camino hacia su aprendizaje. Aunque también es importante señalar que aún y cuando se tenga la motivación y el dominio de la tecnología, si el curso no cuenta con un buen desarrollo instruccional y con el apoyo de tutores capaces, la tarea de estudiar a distancia se puede convertir en algo frustrante y falto de motivación.

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