lunes, 27 de mayo de 2019

Degollando a Milady


Me permito reproducir aquí un artículo estupendo del escritor Arturo Pérez-Reverte, publicado en su blog Patente de corso y reproducido recientemente también en varios diarios mexicanos (y supongo que de España también).

Lo saco a colación por lo mucho que me ha gustado su crítica decidida a la idea peregrina que empiezan a tener varios colegios de prohibir los cuentos infantiles porque hacen que el niño crea en fantasías, pero sobre todo, porque esos cuentos perpetúan los "estereotipos sexistas". Esta conversación ya se la oí hace poco a una profesora de primaria y es lo que hace que se ponga la carne de gallina pensando en las consecuencias. Si ya de por sí son muchas las escuelas que han retirado las canciones de Cri Cri por considerar que  promueven esquemas de machismo y racismo, ¿qué cabe esperar cuando comiencen a prohibir todos los cuentos infantiles? ¿Y de allí qué seguirá? ¿Retirar a Aristóteles, a Descartes, a Marx? 

Por supuesto, ninguna de las personas que se pone a prohibir estas cosas tiene la menor idea de lo que es la historia de las ideas ni de lo valioso que es su contribución a la producción cultural de su tiempo. Por eso voces como la de Pérez-Reverte, que se levantan contra este nuevo fascismo, son tan necesarias. Y hay que darles difusión por todos los medios al alcance. A este esfuerzo me sumo reproduciendo su denuncia.

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Degollando a Milady

No recuerdo quién dijo que el siglo XXI va a ser el siglo de los imbéciles. A lo mejor fui quien lo dijo, o lo escribió. No me acuerdo. Pero lo dijera quien lo dijese, asombra la cantidad de gente empeñada en confirmarlo personalmente. Tecleas imbécil en Google, pulsas la tecla intro y sale su foto. Sonriendo, encima. Felices de haberse conocido. Es como una carrera desaforada hacia el disparate; una búsqueda constante del más difícil todavía donde hemos perdido cualquier freno de sentido común. Pero es lo que corresponde, oigan. Por activa o pasiva, por no complicarnos la vida y que nos llamen fascista o nos pinten el portal, atrincherados en silencios cobardes, contribuimos de un modo u otro a que así sea. Idiotas y oportunistas aparte, el mérito es nuestro. Somos cómplices necesarios. De manera que ahora lo que toca es disfrutarlo. Otra más, y seguimos para bingo.
La última imbecilidad –la penúltima, supongo, a estas alturas– es la de esos colegios, cada vez más, en los que se retiran cuentos infantiles de las bibliotecas: Caperucita Roja, La Cenicienta, Blancanieves, Los tres cerditos –imaginen, aun peor, que se llamara Las tres cerditas–, El soldadito de plomo –no es bueno que los niños mitifiquen a un soldado– y otros títulos conocidos. Pues resulta, según análisis de quienes viven de eso, que tres de cada diez son tóxicos y transmisores de patrones sexistas, y sólo uno entre diez está escrito con perspectiva de género. Incluso, yendo aún más al nudo del problema, en algunos colegios de Cataluña se intenta cambiar el relato de San Jorge, patrón de allí, por el de Santa Georgina; para hacer justicia, al fin, a las numerosas mujeres que, como es bien sabido, en la Edad Media cabalgaban como caballeras andantas, guerreando y tal. Por supuesto, en esa nueva y más realista versión el dragón es un bicho bueno y entrañable. El dragoncito Tonet, o algo así. Como para llevárselo a casa de mascota. 
Y claro. De ahí a los otros, a los libros para adultos, sólo hay un paso. La nueva Inquisición se propone achicharrar cuanto no encaja en sus nuevas reglas narrativas e incluso imaginativas. Calculen el extenso campo de que disponen. La cantidad de material para la guillotina del porcentaje. Tres mil años de literatura a los que aplicar la perspectiva de género: desde las mujeres reducidas a la condición de diosas, esposas y esclavas en La Ilíada hasta la inexplicable ausencia de señoras junto a Cervantes en la batalla de Lepanto, la misoginia de don Francisco de Quevedo –hay profesores que ya no se atreven a mencionarlo–, el desafecto de Sherlock Holmes hacia las mujeres, la escasa paridad entre los legionarios de Beau Geste o la pederastia explícita en la Lolita de Nabokov, entre otros muchos títulos. Los rastreadores de agravios se van a poner las botas. 
Dirán ustedes que por qué me meto en este jardín. Qué necesidad tengo de que luego alguna talibán de género y génera y quienes intentan congraciarse con ella me llamen machista y fascista. Y la respuesta es sencilla: lo hago en defensa propia. Desde hace treinta años escribo novelas que se leen en algunos lugares del mundo, y no me apetece que un coro de cantamañanas demagogos me diga cómo debo hacer mi trabajo. Y supongo que a mis lectores no les apetece tampoco.
Por cierto. Ya que hablo de novelas, dejen que les cuente algo. Cuando era muy jovencito leí Los tres mosqueteros: peleas, amistad masculina y otros etcéteras. Y para completar el cuadro, explícita violencia de género: a Milady de Winter, de soltera Ana de Breuil, la ahorca Athos siendo su marido; ella sobrevive, se vuelve malísima, liquida al duque de Buckhingam, D’Artagnan se la lleva al catre con engaños, y luego él y sus colegas la asesinan por la cara. Ahí tienen ustedes, en cuatrocientas páginas, todos los ingredientes para que, según el nuevo canon inquisitorial, esa novela formidable sea desterrada de las aulas, librerías y bibliotecas. Y sin embargo, les doy mi palabra de que su lectura, y en especial el personaje de Milady, me hicieron intuir muy temprano el mundo de las mujeres, su dura lucha, su soledad, su valor, su tragedia, su desesperación, su lógica crueldad cuando llega el momento de la venganza. Me lo señalaron mejor que ninguna de las muchas idioteces con que hoy se nos bombardea cada día. De Milady, o de lo que ella dejó en aquel lector de ocho o nueve años, saldrían con el tiempo personajes como Adela de Otero, Tánger Soto, Teresa Mendoza, Macarena Bruner, Lolita Palma, Angélica de Alquézar, Mecha Inzunza y todas las otras. A Los tres mosqueteros debo lo que luego completé con mi experiencia y mi escritura. Si alguien me hubiera prohibido ese libro, mis novelas y mi vida serían hoy diferentes. Y les aseguro que no para mejor. 
Arturo Pérez-Reverte
29 de abril de 2019
Patente de corso
https://www.zendalibros.com/degollando-a-milady/


Bolsa de plástico


viernes, 10 de mayo de 2019

sábado, 4 de mayo de 2019

¿Quién entiende?


He advertido que cuando hay dos palabras para diferenciar al hombre de la mujer, como poeta y poetisa, líder o lideresa, las mujeres por lo general prefieren que haya una sola en aras de la igualdad; y cuando hay una sola, como jefe o juez, también por lo general prefieren que haya dos en aras de la diferencia”.
Gonzalo Celorio

Un paso adelante




viernes, 3 de mayo de 2019

Redes sociales para docentes


La semana pasada me llegó una invitación para suscribirme a la red social Staffrm “para no perderme la oportunidad de estar en contacto con otras personas de mi misma profesión” –decía el mensaje-, ya que esta red es sólo para docentes.

En otros tiempos las personas con intereses comunes se hacían miembros de clubs, gremios, sindicatos y asociaciones profesionales para mantenerse al tanto en las novedades, representar a un sector, defender sus derechos, fomentar su capacitación técnica, y claro, para conocer a otros colegas, hacer alianzas y plantear proyectos conjuntos. Y aunque siguen existiendo sociedades de profesiones y oficios, hoy en día su rol lo han tomado en buena medida las redes sociales especializadas.

Contactar con otros profesores en la era del Social Media es sencillo. Estar en las redes sociales de la educación es conocer colegas del mundo entero, es estar al tanto de las novedades en técnicas didácticas o tecnología educativa casi al momento en que se generan, es compartir intereses específicos y crear propuestas conjuntas de investigación, es la creación de espacios de intercambio que fomentan la colaboración y el aprendizaje mutuo.

De la amplia gama de redes sociales para docentes que existen al momento, algunas que encuentro especialmente buenas son:

Facebook. Todo el mundo está en Facebook hoy día y eso puede aprovecharse también para fines educativos. Aquí se pueden crear Páginas de profesores o escuelas y Grupos de trabajo en donde estudiantes, colegas y padre de familia pueden recibir las publicaciones de la cuenta o trabajar de manera colaborativa. Es el lugar ideal para compartir enlaces educativos y extender el aprendizaje más allá del aula.

Workplace. Es la versión profesional de Facebook, creada para poner en contacto a los trabajadores de una organización. Así, los maestros de una escuela pueden coordinarse con la ayuda de las herramientas de esta red para discutir algún tópico, tomar decisiones académicas, hacer una investigación conjunta, informar en tiempo real, compartir material educativo, entre otros. También pueden crearse grupos de trabajo entre colegas con temas particulares y trabajar colaborativamente.

Edmodo. Es una de las más populares ya que combina la parte de red social con la de plataforma educativa. Esta red social brinda un espacio de comunicación destinado a docentes, estudiantes y sus familias. Aquí los educadores pueden crear grupos a través de los cuales comparten materiales, opiniones, trabajos y archivos con otros usuarios que pueden ser sus alumnos, sus colegas o los padres de familia.

Staffrm. Esta red permite que los maestros creen un perfil personal similar a twitter y que compartan sus experiencias e historias con otros de manera parecida a Tumblr. Los docentes pueden seguir a otros colegas, generar conversaciones y publicar entradas de blog etiquetadas y organizadas con hashtags. Es una red social dedicada 100% al intercambio entre educadores, principalmente en idioma inglés.

Teaching. Es una red escolar de niveles educativos básico y medio, diseñada especialmente para compartir –y encontrar- recursos educativos para aprender y enseñar mejor. La red permite a los docentes participar en los grupos y en las clases publicadas para intercambiar dudas, experiencias y recursos con otras colegas.

Participate. Antes conocida como Educlipper, es una red visual similar a Pinterest pero destinada a que estudiantes y profesores le den usos educativos. Permite compartir enlaces, videos, imágenes y otros recursos educativos con el fin de poder crear una biblioteca de contenidos digitales que puede compartirse con los seguidores.

Scoop.it. Es una herramienta y una red de curación de información que permite recopilar y publicar contenidos en torno a temas específicos. Conectado a diferentes fuentes de informaciones como blogs, páginas personales, revistas digitales y redes sociales permite compartir en forma de un periódico personal las mejores notas sobre temáticas específicas en educación y otros temas.

LinkedIn. Es una red social que permite la creación de un perfil profesional a partir del cual se establecen redes de contactos con otros profesionales, lo que entrega una ventaja considerable al momento de buscar un nuevo trabajo, establecer nuevas relaciones de trabajo y formar parte de grupos de discusión dentro de esta red. En esta plataforma existen grupos relacionados a la educación a los que se puede suscribir el interesado; una vez dentro de estos grupos, se puede contactar con docentes e intercambiar consejos y herramientas útiles.

Academia. Esta red está en las “ligas mayores” de las redes sociales; aquí los académicos se reúnen para el intercambio de publicaciones especializadas, para conocer quién está investigando qué y para establecer lazos de colaboración que promuevan el desarrollo de un tema. Su principal atractivo es ser el escaparate de la producción intelectual de un académico en donde se pueden compartir artículos, ponencias, libros, revisiones, tesis, ensayos, etc. publicados por el docente en otros medios. 


ResearchGate. Otro de los "peces gordos" de las redes sociales especializadas. Aquí se dan cita los investigadores que desean compartir y conocer el trabajo de frontera de sus campos de especialidad. Además, varias organizaciones científicas y congresos internacionales usan esta red como lugar de encuentro para coordinarse e informarse.

Como puedes ver, hay muchas opciones para estar "enredado" socialmente con colegas docentes de tu empresa, nacionales e incluso internacionales. Sólo recuerda que “una red social es tan interesante como las personas que forman parte de ella”, por ello la suscripción y la participación es indispensable para conocer y darse a conocer.