jueves, 16 de diciembre de 2010

Estilos de aprendizaje para el siglo XXI

Vivir en la sociedad del conocimiento está implicando cambiar los modelos tradicionales de enseñanza centrados en el profesor y dirigirlos hacia nuevos tipos de proceso que impulsan al alumno a ser el autor de su propio aprendizaje.

Al momento de usar las TIC en este cambio de paradigma, algunos maestros se sienten dominados por el miedo o la desconfianza. En esta transformación surgen inquietudes como: ¿Podré usar estas tecnologías convenientemente? ¿Qué materiales utilizamos para facilitar su aprendizaje? ¿Nuestras clases despiertan su interés? ¿Enseñamos como nos gustaría que nos enseñaran o enseñamos como ellos prefieren ser educados?

Para ayudar en este proceso de incorporación habría que partir de la necesidad de identificar los estilos de aprendizaje de los alumnos. Los estilos de aprendizaje son las formas en que los seres humanos aprenden, cómo adquieren hábitos y valores, cómo desarrollan habilidades y cómo interpretan una gran cantidad de estímulos provenientes del ambiente natural y social. Mientras que las preferencias son aquellas que se eligen de manera consciente como lo son las sensoriales, ambientales, gráfico-visuales, temporales y sociológicas.

El trabajar con estilos de aprendizaje enriquece notablemente el trabajo docente, en especial cuando éste se apoya en la tecnología, permite a los alumnos conocerse a sí mismos, sentirse a gusto dentro de su propio estilo de aprendizaje y les motiva para desarrollar el respeto, la tolerancia y el trabajo colaborativo.

Hoy, uno de los principales retos para los docentes es utilizar la tecnología como un medio favorecedor de dichos estilos, por ejemplo, el video se puede utilizar al inicio, intermedio o final de una actividad como reforzador o para activar conocimientos previos en los alumnos.