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9 de noviembre de 2011

Wolfram Laaser dijo

Leyendo una entrevista al Prof. Wolfram Laaser, especialista en educación a distancia (EaD) que desarrolla material audiovisual multimedia, donde dice que los profesores que diseñan unidades, objetos o cursos de aprendizaje a distancia no suelen manejar las herramientas tecnológicas para la producción de material que diseñan,... ¡qué paradójica verdad! Se preocupan mucho por el diseño académico-instruccional... pero sus participaciones en el curso son con monótonas presentaciones de Power Point...

... cualquier semejanza con la realidad... es mera coincidencia.

León L.A. (2006). Educación a distancia hoy: debilidades, ventajas y proyección. Entrevista con Wolfram Laaser. Apertura, 6(005), 100-107.

25 de octubre de 2011

Educacion a distancia

¿Hasta cuándo les quedará claro que la Educación a Distancia (EaD) es mucho más -pero mucho más- que sólo agregar alta tecnología de comunicación e informática a un salón de clases?

24 de octubre de 2011

Intencionalidad en la EaD

La educación a distancia (EaD) con base en su aplicación reporta ventajas y desventajas que día con día se ajustan con miras a lograr una mejor educación y así ayudar a cambiar el enfoque que tiene la sociedad sobre la educación virtual (no siempre favorable). La educación presencial debería ser un preámbulo de los modelos a distancia y por tanto debe ajustarse a las nuevas necesidades de aprendizaje de los estudiantes contemporáneos de tal forma que facilite la transición hacia la EaD.

Para lograr esta excelencia es necesario trabajar en el diseño instruccional, en su implementación y en la evaluación del mismo ya que este implica no sólo la creación de materiales de aprendizaje, definición de estrategias pedagógicas a utilizar, selección de tecnologías a emplear y conformación del equipo de trabajo, sino también el desarrollo, la implantación, administración y evaluación de la instrucción, para así lograr satisfacer las necesidades de estudiantes, de los profesores/tutores y de la institución.

La elaboración de los materiales deberá basarse en las necesidades que genere el diseño instruccional y no en las “facilidades” que puedan representar ciertas tecnologías, estas tendrán que ser seleccionadas cuidadosamente de tal forma que den soporte a las actividades que resulten más adecuadas para los objetivos de aprendizaje a lograr con base en las estrategias pedagógicas que se deseen utilizar. Entre estas, se tiene una cierta tendencia hacia los modelos constructivistas ya que estos permiten al estudiante descubrir su conocimiento y crear andamiajes para conocimientos posteriores y que a su vez se alinean con una de las características más relevantes de la EaD que es la de flexibilizar el ritmo de adquisición del conocimiento.

Para evaluar los aprendizajes, el diseño instruccional debe crear nuevos mecanismos que midan los conocimientos adquiridos y que a la vez tomen en cuenta el proceso seguido, estos procesos no deberían ser contemplados sólo en la EaD, a los modelos presenciales les urge una evolución que permita medir el grado de adquisición de ciertas competencias y habilidades.

La selección de las tecnologías a emplear no puede supeditarse al gusto de los estudiantes o de los profesores, por ello es de vital importancia conformar un equipo de trabajo multidisciplinario que establezca las necesidades de aprendizaje, de comunicación e interacción entre los actores, de evaluación y retroalimentación para los estudiantes y para el curso mismo de tal forma que el experto en tecnología cuente con los elementos necesarios para determinar las aplicaciones y programas más adecuados a utilizar en cada curso. Un diseño instruccional muy bien desarrollado podría servir de base para la creación de programas computacionales o plataformas educativas genéricas hechas a la medida para cursos de EaD, en contraparte, la ausencia de diseños instruccionales en los cursos a distancia ha contribuido en cierta forma a crear la desconfianza que aún se tiene en esta modalidad educativa.


El diseño instruccional debe dejar de ser visto como un proceso inherente a la EaD y extenderse hacia los modelos presenciales, la forma de interacción no parece ser tan relevante como si lo es el definir las estrategias más adecuadas para cada tipo de aprendizaje a lograr.

17 de octubre de 2011

Aprendizaje dirigido

La insuficiencia de una visión adecuada de diseño pareciera estar en lo que señala Onrubia (2008) en Aprender y enseñar en entornos virtuales respecto a "la significatividad psicológica" de los postulados constructivistas en que se basa principalmente la EaD. Esta estructura psicológica no puede asegurarse mediante la organización rígida de materiales y actividades, sino considerando la manera en la que el estudiante procesa dicho material; es decir que el proceso depende del propio alumno en términos de su experiencia, su situación personal y su estructura cognitiva.

En otras palabras, un diseño instruccional exitoso en EaD debiera estar pensado para un estudiante tipo en concreto y no para una gran masa de aprendices inscritos al mismo curso. Eso sería hablar verdaderamente del aprendizaje flexible que tanto menciona la EaD (y la UV) como una de sus principales ventajas educativas.

Algunos dicen que ello es imposible.

No es viable si seguimos viendo a la EaD desde la perspectiva actual, pero recordemos que ya hemos hablado de los OEAs, objetos de aprendizaje abiertos, los cuales pueden ser reutilizados en distintos marcos y por diferentes personas de acuerdo a sus necesidades y también readaptados en función de los requerimientos educativos.

El abordarlo desde esta nueva perspectiva es ver al proceso de aprendizaje a distancia como un "Microlearning" o "n-learning" (Burgos y Lozano, 2010), en donde se ofrece la información pertinente para cada usuario en específico en una situación concreta, a través de tecnología de ambientes inteligentes embebidos que propician espacios interactivos y variables en función del usuario. ESTO es la punta de las TIC puestas al servicio de la educación para hacer realidad un aprendizaje verdaderamente dirigido, personalizado y contextual.

EaD: una cosa es la teoría y otra la práctica

Después de leer los trabajos de Mortera (2002) Educación a distancia y diseño instruccional, y de García (2006) La educación a distancia: de la teoría a la práctica, la primera inquietud que me surge tiene que ver con lo que vivimos constantemente los alumnos de EaD de la UV y lo que menciona Mortera (p. 73-75) de cómo los métodos de instrucción deben ser usados eficientemente para no desgastar al estudiante ni minar su motivación. Si yo me pregunto a mí mismo ¿la UV cuida esto en mis estudios de maestría? la respuesta que me brinca después de cursar 6 materias en esta metodología es que no. Que una cosa es la teoría y otra la práctica.

Los procesos tan intensivos de aprendizaje individualizado de la UV de verdad necesitan mejorarse pues a lo que parece, lo que está pasando es sólo que se mejora el conocimiento teórico del diseño instruccional y de cómo aprender por EaD, pero dicho conocimiento no se permea de manera efectiva y eficiente con métodos instrucctivos atractivos para el estudiante y -especialmente- que le permitan hacer frente a sus estudios al tiempo que debe atender sus responsabilidades familiares y laborales. Baste como ejemplo el malhadado curso de "Proyectos de tecnología educativa utilizando estrategias constructivistas".

¿Cómo asegurar una implantación instruccional efectiva y motivadora? Es es todavía el reto de estos cursos a distancia de la UV.

10 de octubre de 2011

Aprendizaje a distancia y estilos de aprendizaje

La educación a distancia (EaD) y los estilos de aprendizaje son términos que han sido analizados por diversos autores dando como resultado la aparición de diferentes clasificaciones que pueden originar cierta confusión. Sin embargo al revisar esas clasificaciones se encuentran puntos en común.

El término "estilos de aprendizaje" se refiere a las estrategias preferidas que son de manera más específica, formas de recopilar, interpretar, organizar y pensar sobre la nueva información por parte del alumno. Durante mucho tiempo al diseñar cursos, se ha pensado más en el contenido que en la variedad de estrategias de aprendizaje con las cuales el estudiante identificaría su estilo de aprendizaje y tendría un mejor desempeño académico. Como resultado se produce un desfase ya que el modelo pedagógico del curso puede no responder necesariamente al estilo de aprendizaje de los alumnos. Lo ideal es hacer la concordancia a fin de mejorar los procesos educativos.

Es importante el uso del constructivismo para desarrollar competencias cognitivas y sociales, como pensar, comprender, reflexionar y proponer para una integración pedagógica con el fin de promover los procesos de aprendizaje y promover todos los estilos de aprendizaje y generar un ambiente centrado en el estudiante. En suma, tomar en cuenta los estilos de aprendizaje de los actores educativos es un factor clave para mejorar su desempeño.

Comparando este modelo de EaD con el de educación tradicional se puede observar que la enseñanza virtual tiene ventajas entre las se encuentran: materiales multimedia, actualización de contenidos, la interactividad, acceso desde cualquier lugar y en cualquier momento, la existencia de un feed-back de información inmediata, de manera que el profesor conoce si el alumno responde al metodo y alcanza los objetivos fijados inicialmente y el aprendizaje está ligado al estudiante. Ello representa una mayor ventaja para la adaptación de contenidos y estilos de aprendizaje, pues cuenta con diversos medios para la investigación, búsqueda e interación maestro- alumno, alumno-alumno.

Los estilos de aprendizaje con mayor fundamentación para la educación virtual son los de David Kolb y maneja cuatro tipos que son: Divergente, asimilador, convergente y acomodador, tambien nos indica que para aprender, es necesario disponer de cuatro capacidades básicas: Experiencia concreta (EC); observación reflexiva (OR); conceptualización abstracta (EA); y experimentación activa (EA).

Los estilos de aprendizaje entre e-learning y m-learning son similares, sin embargo el m-learning tiene ventajas como: recursos tecnológicos, la inmediatez, rapidez en la recepción de información y la discusión de ideas, logrando más socialización entre los estudiantes. La modalidad b-learning, es la combinación de la educación presencial y virtual, es el reforzamiento de la educación presencial con el apoyo de medios multimedia, de acuerdo a sus estilos de aprendizaje el estudiante puede defender sus ideas fundamentadas y personalmente, es flexible, planificador, buen líder.

7 de octubre de 2011

El estudiante de educación a distancia



La mayoría de los estudiantes que optan por la educación a distancia (EaD) son adultos cuya necesidad específica de aprendizaje los enfrenta en solitario a una modalidad muy diferente a lo que conocieron en su etapa juvenil. Ello provoca un choque de paradigmas difícil de franquear. Y para complicar un poco más la situación, el alumno se enfrenta a la presión psicológica de tener que desarrollar sus actividades laborales y familiares a la par de sus estudios, por lo que debe poseer una gran disciplina, un elevado compromiso personal, y, en su momento, un cierto sacrificio en sus relaciones o de los tiempos que dedica a su familia, su sueño o su trabajo, para poder alcanzar sus metas educativas. Dichas cualidades no siempre las puede aplicar oportunamente (especialmente si se trata de una madre de familia que también trabaja) y ello trae como consecuencia una falta de dedicación al estudio que repercute negativamente en su trabajo académico, sus relaciones de equipo y con sus profesores. El cansancio y la escasez de tiempo son las variables que más afectan el desempeño del estudiante a distancia.

Estudiar a distancia no siempre es una cuestión de gusto, sino de necesidad, y la mayoría de las veces será porque no se puede acudir de manera regular a un centro educativo tradicional o bien para conseguir un diploma que mejore una situación laboral; pero también existen los que buscan satisfacer inquietudes personales y aprender cosas relevantes y nuevas. Empero todos ellos experimentan una dificultad inicial para adaptarse a la EaD hasta que se le encuentra el sentido. Los estudiantes a distancia, cuando superan las barreras iniciales de la modalidad y las trabas psicológicas y de disciplina personal, se sitúan en una posición de privilegio ya que adquieren nuevas habilidades, particularmente de aprender a aprender, de disciplina, madurez y autocontrol así como de uso de las tecnologías emergentes que le dan un gran valor agregado a su proceso educativo que va mucho más allá del tema estudiado.

En la práctica, las barreras psicológicas resultan más determinantes que las que impone la modalidad. La falta de disciplina personal, de hábitos de estudio o de confianza en una metodología diferente como es la de la EaD pueden llegar a perjudicar seriamente el proceso educativo del estudiante. La clave para superarlo radica en encontrar oportunamente una motivación interior lo suficientemente fuerte como para darle el poder al alumno en su camino hacia su aprendizaje. Aunque también es importante señalar que aún y cuando se tenga la motivación y el dominio de la tecnología, si el curso no cuenta con un buen desarrollo instruccional y con el apoyo de tutores capaces, la tarea de estudiar a distancia se puede convertir en algo frustrante y falto de motivación.