En ocasiones los que nos dedicamos a la educación sentimos que por las presiones del trabajo cotidiano no tenemos tiempo libre para leer más allá de lo que se requiere para la clase del día. Leer para enterarse de las novedades educativas, para actualizarse en la profesión, para construir la práctica docente o simplemente para liberarse del estrés académico parece un lujo que pocas veces puede uno darse, a no ser que sea fin del periodo escolar o ya de plano en vacaciones.
Pero, ¿de verdad los docentes no tenemos tiempo para la lectura de información/actualización?
Quizá lo parezca porque se piensa que para leer se requiere de mucho tiempo, como cuando estamos en casa y nos tomamos de 30 a 60 minutos felizmente echados en nuestro sillón favorito. Pero en la oficina es distinto, uno siempre está atareado y no se factible dedicarle tanto tiempo.
Por eso es necesario cambiar el enfoque: la lectura efectiva en el trabajo requiere ser corta pero sustanciosa, tiene que ser una lectura productiva. Podemos hacer una lectura provechosa si lo hacemos en pequeñas partes de 2 a 4 hojas, o si le dedicamos 15 minutos al día o si usamos los intersticios entre tareas a lo largo de la jornada laboral.
¿Cómo? Algunas recomendaciones que he ido descubriendo:
- Antes que nada, hay que hacer de la lectura una prioridad para algún momento del día laboral.
- Deja las redes sociales para más tarde; en el trabajo no está bien visto vivir pegado a Facebook y a Whatsapp.
- Mientras estamos comiendo: si se va solo a la cafetería, un libro o revista son siempre la mejor compañía.
- Teniendo el material a la mano, para aprovechar cualquier instante libre.
- Entre clase y clase, para cambiar el estímulo.
- 15 minutos todas las mañanas al llegar a la oficina como parte del ritual de arrancar el día.
- Lee en el baño, aprovechando la soledad y tranquilidad del lugar (y no lleves tu celular al baño).
- Lee mientras esperas, un docente siempre tiene que esperar para algo.
- Escápate a la sala de maestros una vez por semana para leer 20 min.
- Usa los medios electrónicos (Internet, Kindle) para tener a la mano más material de lectura en menos espacio.
- Mejora tu velocidad de lectura con un cursillo de Youtube o un reto lector de Internet.
¿Cómo? Algunas recomendaciones que he ido descubriendo:
- Antes que nada, hay que hacer de la lectura una prioridad para algún momento del día laboral.
- Deja las redes sociales para más tarde; en el trabajo no está bien visto vivir pegado a Facebook y a Whatsapp.
- Mientras estamos comiendo: si se va solo a la cafetería, un libro o revista son siempre la mejor compañía.
- Teniendo el material a la mano, para aprovechar cualquier instante libre.
- Entre clase y clase, para cambiar el estímulo.
- 15 minutos todas las mañanas al llegar a la oficina como parte del ritual de arrancar el día.
- Lee en el baño, aprovechando la soledad y tranquilidad del lugar (y no lleves tu celular al baño).
- Lee mientras esperas, un docente siempre tiene que esperar para algo.
- Escápate a la sala de maestros una vez por semana para leer 20 min.
- Usa los medios electrónicos (Internet, Kindle) para tener a la mano más material de lectura en menos espacio.
- Mejora tu velocidad de lectura con un cursillo de Youtube o un reto lector de Internet.
"No importa lo ocupado que piensas que estás, debes encontrar tiempo para leer, o entregarte a una ignorancia autoelegida." ~ Confucio.
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