20 de agosto de 2025

Diseño instruccional con Educación Imaginativa


Las diferencias que observamos en la imaginación de las personas se explican suficientemente por las diferencias en las herramientas intelectuales que utilizan.  
- Kieran Egan


Cuando un docente considera desarrollar un nuevo curso o nuevas adaptaciones, materiales o métodos de enseñanza a uno que ya ha impartido, se involucra en una fascinante tarea creativa conocida como diseño instruccional. El diseño instruccional es un proceso pedagógico para desarrollar, impartir y evaluar los materiales y las prácticas docentes que permiten a los estudiantes aprender. Son las secuencias que facilitan el aprendizaje al crear los contenidos, las actividades, los recursos de apoyo y las evaluaciones que permiten alcanzar los objetivos de aprendizaje, considerando el contexto de la disciplina a estudiar y las características y necesidades de los estudiantes.

Los modelos que han guiado el diseño instruccional dependen de las teorías del aprendizaje en las que se basan. Desde la década de 1990 del siglo XX, ha predominado la visión constructivista. En este enfoque el conocimiento lo construyen los estudiantes cuando intentan dar sentido a sus experiencias, lo que convierte el aprendizaje en una interpretación personal del mundo. Desde esta perspectiva, el diseño instruccional implica que el estudiante es quien alcanza sus objetivos educativos luego de pasar por un proceso cognitivo en el que desarrolla tareas y actividades que integran nuevos conocimientos.

Dentro de estos modelos constructivistas, existe uno que se ha utilizado durante varios años porque proporciona una estructura lógica y sencilla de los elementos que todo diseño instruccional debe tener y que permite la generación de una amplia variedad de interacciones instruccionales, sirviendo incluso de base para otros modelos más elaborados y posteriores: el modelo ADDIE. Su nombre es el acrónimo de las cinco fases que lo componen: Análisis, etapa inicial que examina al alumnado, los contenidos temáticos, el entorno y las necesidades formativas. Diseño, se propone el enfoque pedagógico y la forma de secuenciar y organizar los contenidos. Desarrollo, etapa de producción de materiales de aprendizaje. Implementación, etapa de ejecución de las prácticas de aprendizaje por parte del alumnado. Y, finalmente, Evaluación, fase que valora el aprendizaje y el éxito del diseño instruccional. Este proceso requiere que el docente cuente con la preparación pedagógica y metodológica necesaria para la adquisición de las habilidades necesarias para diseñar la instrucción e incorporar nuevas perspectivas pedagógicas que contribuyan a interesar al alumnado, faciliten el aprendizaje y lo hagan más permanente y significativo. Entre estas pedagogías, la Educación Imaginativa de Kieran Egan nos brinda una perspectiva diferente y muy completa para abordar la comprensión del alumnado desde diversos niveles. Niveles a los que los métodos académicos universitarios rara vez se orientan y donde la imaginación es el motor que alimenta los estímulos mentales del alumnado, vinculando el conocimiento con las emociones.

La Educación Imaginativa es un enfoque educativo propuesto por Kieran Egan en 1992 que conecta las emociones, la imaginación y el intelecto tanto de los alumnos como de los maestros. Este enfoque se fundamenta en dos principios: el primero, son las herramientas cognitivas que forman parte de la comprensión del ser humano; y el segundo, lo constituyen algunas ideas de Vigotsky, quien sostiene que la imaginación es la base de toda actividad intelectual creadora y puede manifestarse por igual en cualquier aspecto de la vida, posibilitando creaciones artísticas, científicas y técnicas. Vigotsky considera que lo que nos rodea y ha sido creado por el ser humano (principalmente en la cultura) es producto de la imaginación.

Existen cinco niveles de comprensión de la realidad que determinan el desarrollo de la capacidad imaginativa/cognitiva del individuo a medida que es educado, como se observa en la siguiente figura:



Imagen: Carolina López-Larios


La comprensión somática es una etapa prelingüística que se asocia al aprendizaje con el cuerpo y los sentidos (sonidos, gestos, risa); la comprensión mítica se desarrolla en torno a acciones conectadas con el lenguaje oral (historias, fantasías, metáforas); la comprensión romántica llega con la alfabetización y el advenimiento de una separación epistemológica más clara entre el sujeto pensante y el mundo que explora (la realidad y sus límites, heroismo, asombro); la comprensión filosófica se expresa en el uso teórico del lenguaje para dar sentido al mundo a través de ideas, teorías y esquematización (procesos y métodos, búsqueda de la verdad); la comprensión irónica vincula el uso reflexivo del lenguaje y las ideas para modelar un pensamiento flexible, plural, sensible a las contradicciones. A mayor educación, la persona dispone de mayor número de herramientas cognitivas de la imaginación, de complejidad creciente, para aprender y comprender su entorno; por lo tanto un adulto tendrá más imaginación que un niño.

El modelo de diseño instruccional propuesto por Egan, al que denomina “marco de planificación imaginativa”, se inspira en cierta medida en la secuencia ADDIE, con especial énfasis en el uso de herramientas cognitivas en la etapa de diseño que permiten encontrar imágenes para plasmar los temas y crear la imaginación y las actividades de colaboración que permiten construir el aprendizaje. Se trata de una guía que pretende apoyar el trabajo del docente mientras se acostumbra a aplicar las diferentes herramientas en función del nivel educativo, la disciplina, las necesidades formativas y el tipo de alumnado, entre otros. Sin embargo, con el tiempo y a medida que el docente desarrolla su propia imaginación, el proceso se vuelve más natural y se tiende a seguir menos plantillas orientadoras: la teoría forma la práctica y la práctica informa a la teoría en una simbiosis de comprensión mutua que desata grandes posibilidades.

Por lo tanto, el marco de planificación imaginativa no debe considerarse un patrón de implementación rígido, sino más bien un recordatorio de lo que se puede incorporar para la planificación y el desarrollo de materiales y tareas de aprendizaje, con base en la comprensión imaginativa que se desea desarrollar. Un diseño instruccional que incluya tantas herramientas cognitivas como sea posible será más rico en experiencias y de mayor valor educativo.

Las herramientas cognitivas de la teoría de la Educación Imaginativa resultan especialmente valiosas para estudiantes universitarios cuyas prácticas tecnológicas los han distanciado de las sensaciones, los gestos, la música, las historias e incluso la naturaleza. 

Replantear las actividades didácticas del aula universitaria en el contexto de la Educación Imaginativa, utilizando las herramientas cognitivas que Egan enumeró para cada nivel de comprensión, resulta en actitudes de curiosidad, un incremento en la creatividad de los entregables, una mejora en la motivación, la participación y el compromiso con la clase. La comprensión de los estudiantes de los temas de clase mejora. Pasan de una recepción pasiva del contenido a una comprensión activa y, por lo tanto, a un mayor rendimiento en clase. Encuentran los cursos más entretenidos y únicos, y muestran una mentalidad más abierta cuando se les dice que con estas actividades están aplicando herramientas cognitivas que poseen, pero a las que no están acostumbrados. 

Este enfoque tiene un impacto muy positivo en el enganche académico de los estudiantes universitarios, así como en sus aprendizajes, y resulta en un enfoque innovador para este nivel educativo.


Algunas referencias
  • Vargas-Mendoza, L., Ruiz-Rodarte, R., Tena-Jiménez, V., & Sandoval-Palafox, F. J. (2023). Uso de herramientas de la Educación Imaginativa para mejorar el enganche en el aula universitaria. Estudios pedagógicos (Valdivia), 49(3), 349-369.
  • Allen, W. C. (2006). Overview and evolution of the ADDIE training system. Advances in developing human resources, 8(4), 430-441.
  • Grimaldo, A., Judson, G, Boullosa, P. & Acuña, S. (2017). Educación Imaginativa: Una aproximación a Kieran Egan. Editorial Morata.
  • Egan, K. (1992). La imaginación en la enseñanza y el aprendizaje. Amorrortu Editores.



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