5 de septiembre de 2025

Publicar o morir

 




"Publicar o morir" es un dicho que describe la presión que se vive en el mundo académico para publicar trabajos de investigación de forma continua. De hecho, a los investigadores se les suelen poner cuotas como parte de sus compromisos; dependiendo de su nivel (adjunto, asistente, asociado, titular) se le pueden llegar a pedir, por ejemplo, 6 artículos publicados (no solo aceptados) en revistas de alto impacto (de Q4 a Q1), de investigaciones originales, siendo el primer autor o el de correspondencia; en otros ha de ser con colegas internacionales.

Los investigadores se enfrentan a esta gran presión porque su éxito profesional, incluyendo la obtención de ascensos, la permanencia en un puesto y el financiamiento a su trabajo dependen del volumen de publicaciones en revistas científicas indizadas, de preferencia en Scopus o en Web of Science.

¿Y por qué tanta presión? Porque los rankings que evalúan a las univeresidades (como el QS World University Rankings) dan un alto peso a la investigación, y por ende, afectan la posición de rankeo de la institución, lo que alimenta la necesidad de publicar constantemente. Esta cultura lleva a priorizar la cantidad sobre la calidad y la pertinencia de la investigación en ocasiones se ve empañada con tal de tener algo que publicar.

La presión por publicar en el mundo académico trae consigo muchas perversiones, como la de "si te pago, me publicas", la de hacer muchas revisiones o poner muchos revisores, la de sustraer información de la investigación revisada, la de obligar a citar una referencia o la de atacar al investigador, entre otras.

Si bien es cierto que muchos de los revisores se esfuerzan por hacer bien su trabajo, con exigencia, eficacia y honestidad (lo sé porque lo he vivido), también ocurre que entre esos pares revisores haya gente incompetente, que no pertenece al campio que examinan y que aprovechan la ocasión para obligar al revisado a citar su obra sin venir a cuento para elevar artificialmente su índice de citaciones individuales (como una manera poco ética de proyectar su producción científica). Y esto ocurre en todo tipo de revistas, aun en las Q1 y Q2. El hecho me consta porque ya me tocó ser extorsionado por un editor y por un revisor de una prestigiosa revista alemana de pedagogía en ingeniería.


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