lunes, 30 de octubre de 2017

Procesos de aprendizaje II: sociocultural

La teoría de Vigotsky se basa principalmente en el aprendizaje sociocultural de cada individuo y, por lo tanto, en el medio en el cual se desarrolla. Este autor estaba convencido de que son las personas las que promueven el aprendizaje y el desarrollo de sus semejantes de manera intencional y sistemática, en especial de los adultos con los niños. Según Vigotsky, el cognitivismo de Piaget describía los procesos mentales superiores, considerándolos como fenómenos del espíritu a partir de un apriorismo fenomenológico e idealista, pero alegaba que eran imposibles de explicarlos o que los explicaban de una forma arbitraria y especulativa. Consecuentemente, el aprendizaje es el reflejo de una actividad mental social que implica la internalización de elementos culturales, entre los cuales ocupa un lugar destacado los signos o símbolos tales como el lenguaje, las matemáticas, la escritura y cualquier otro sistema de señales que tenga significado definido socialmente.
Dos de los conceptos fundamentales de esta teoría son la mediación y la zona de desarrollo próximo. La mediación es la manera de enfrentarse al mundo con los medios adecuados. En ese sentido, el lenguaje es el principal mediador en la formación y en el desarrollo de las funciones psicológicas superiores dado que vivimos inmersos en un mundo simbólico. Por otro lado, la zona de desarrollo próximo se refiere a una zona de aprendizaje que la persona puede lograr con la ayuda de otros después de haber alcanzado el dominio de la zona de desarrollo efectivo. Es decir, en estos dos niveles de desarrollo, el que se menciona al último corresponde a todo aquello que el sujeto puede realizar solo, y el primero, a las capacidades que están construyéndose, a todo aquello que el sujeto podrá realizar con la ayuda de otra persona que sabe más.
Ausubel, a su vez, se preocupó por distinguir con toda claridad los principales tipos de aprendizaje. Esto lo condujo a diferenciar el aprendizaje memorístico por recepción del aprendizaje por descubrimiento, y también el aprendizaje de repetición del aprendizaje significativo, el proceso según el cual se relaciona un nuevo conocimiento o información con la estructura cognitiva del que aprende de forma no arbitraria y sustantiva o no literal.
Esa interacción con la estructura cognitiva no se produce considerándola como un todo, sino con aspectos relevantes presentes en la misma (ideas de anclaje). La atribución de significados que se hace con la nueva información es el resultado emergente de la interacción entre las ideas de anclaje claras, estables y relevantes presentes en la estructura cognitiva y esa nueva información o contenido; como consecuencia del mismo, esos anclajes se ven enriquecidos y modificados, dando lugar a nuevas ideas-ancla más potentes y explicativas que servirán de base para futuros aprendizajes.
La mayoría de los contenidos de estudio en un salón de clases se adquieren mediante el aprendizaje por recepción, cuestionados por Barriga (2003) por su descontextualización de la vida real o de las prácticas sociales de la cultura a la que pertenece, de relevancia limitada para el educando y escasamente motivantes. Para que la enseñanza transcurra en contextos significativos, ésta tiene que ser “situada”, es decir, ser parte y producto de una actividad, un contexto y una cultura en que se desarrolle y utilice. El paradigma de la cognición situada busca vincular la noción del aprendizaje significativo con las ideas vigotskyanas del aprendizaje sociocultural. De esta forma, una situación educativa bajo la perspectiva de la cognición situada se entenderá no sólo como la apropiación de los saberes y contenidos por parte de una persona, sino también en las formas en que esto ocurre, siendo la influencia de la referencia comunitaria y de las regulaciones socioculturales un factor decisivo.

Jaula


viernes, 27 de octubre de 2017

Procesos de aprendizaje I: cognitivismo


La tarea docente enfrenta al maestro a la necesidad de tener claras cuestiones elementales tales como qué es el aprendizaje y cómo ocurre en una persona. Para que un profesor pueda realizar su tarea de manera efectiva, es recomendable que conozca a profundidad lo que es y lo que implica el proceso completo de aprendizaje, tanto desde el aspecto puramente biológico como desde las perspectivas psicológica, pedagógica y hasta filosófica. Sin importar la perspectiva que se adopte en ese estudio, una manera efectiva para verificar que se haya dado un aprendizaje es cuando se observa que hay un cambio en la conducta del aprendiz.
El desarrollo de la especie humana sobre el resto de los seres vivos debe su éxito a su enorme capacidad de aprendizaje, lo que le brinda un grado elevado de flexibilidad y, en consecuencia, de adaptabilidad a muy distintos entornos. Dado que transmitimos esa experiencia a nuestros hijos, cada generación va siendo más sabia que la anterior. Se aprenden habilidades, destrezas, actitudes, valores y hasta emociones con base en la acumulación de experiencias. Aprender se vuelve un acto que modifica la conducta de una persona como consecuencia de la experiencia, la enseñanza, la observación o el estudio.
Hoy en día, la descripción de qué es aprendizaje tiene varias corrientes: el cognitivismo, el aprendizaje significativo y el constructivismo. Cada una aporta perspectivas que en la visión postmoderna de la educación pueden complementarse: a) el aprendizaje no se puede observar, pero sí sus consecuencias; b) el aprendizaje es significativo cuando puede incorporarse a las estructuras cognitivas del sujeto; c) el aprendizaje se construye como una interpretación de la realidad.
Y ¿cómo se sabe que ha habido un aprendizaje? De acuerdo a Ormrond (2008) se puede evidenciar el aprendizaje por medio de alguno (o varios) de los de cinco testimonios siguientes: llevando a cabo conductas nuevas, cambiando la frecuencia de conductas existentes, cambiando la velocidad de una conducta existente, modificando su complejidad o bien respondiendo de manera diferente ante determinados estímulos.
En las investigaciones del aprendizaje del siglo XX, que buscaban incorporar los aspectos mentales a las teorías de aprendizaje, que habían quedado fuera por la propuesta conductista, se llevaron al cognitivismo una teoría que busca explicar la manera en que las personas perciben, interpretan, recuerdan y piensan sobre los acontecimientos ambientales que experimentan. Aunque el descontento hacia las teorías basadas únicamente en estímulos y respuestas databa de décadas atrás, pudiéndose encontrar en los trabajos de la Gestalt, Piaget y Vygotsky. De hecho, las teorías de estos investigadores siguen formando parte de las perspectivas actuales del aprendizaje humano dado que son las más globales con que se cuenta: incorporan lenguaje, pensamiento, juicio moral, sociedad y cultura, conceptos de tiempo, espacio y número.
Para Piaget la inteligencia es la consecuencia del juego entre dos atributos: la organización y la adaptación. El primero implica la existencia de estructuras de conocimiento que llevan a conductas específicas; el segundo es la combinación de dos procesos simultáneos: la asimilación y la acomodación. En la primera, se incorporan nuevos acontecimientos o nueva información a las estructuras ya existentes, en tanto que el segundo es el proceso de cambio que experimentan tales esquemas por el hecho de haber sido asimilados.
Bajo este enfoque, la inteligencia funciona por una dinámica de desequilibrios que se presenta cuando los esquemas intelectuales que se poseen no sirven para manejar la nueva información que se recibe del entorno; así, las estructuras antiguas comienzan a adaptarse y a avanzar hacia niveles más altos y complejos, con ello se asimila la contradicción cognoscitiva y desaparece el desequilibrio. Consecuentemente, el desarrollo de la inteligencia se da al pasar sucesiva y constantemente por etapas de equilibrio-desequilibrio-equilibrio cada vez más complejos. La asimilación y la acomodación son procesos complementarios que le permiten al individuo interpretar los acontecimientos nuevos a partir del conocimiento que ya tiene.

Colegio bilingüe


lunes, 23 de octubre de 2017

El aprendizaje móvil






El Aprendizaje Móvil (AM), o mLearning, tiene varias definiciones. Según Ramírez (2009) se puede entender, de manera sencilla, como el aprendizaje que toma lugar mediante el uso de dispositivos móviles; también puede hacer referencia al uso de una conectividad sin cables (wireless) de los dispositivos móviles que apoyan al eLearningo puede tratarse de cualquier actividad educativa que permite la interacción con algún dispositivo digital compacto. Para la UNESCO (2011) el AM es la integración de la telefonía móvil en el ámbito educativo para facilitar de manera instantánea el acceso a la información y a la comunicación con independencia del tiempo y la ubicación geográfica del usuario. En tanto que para Laurillard (2007) el AM es la construcción de conocimiento que realiza un aprendiz mediante el uso de tecnologías móviles. En cualquier caso, los elementos fundamentales del concepto son la movilidad de la tecnología y el aprendizaje individualizado.
En el AM, el factor “movilidad” es muy complejo, pues implica varios aspectos a tomar en cuenta de manera simultánea, según mencionan Ludvigsen et al. (2009): a) la movilidad en un espacio físico y en el tiempo por parte de un usuario que puede desplazarse a voluntad de una ubicación a otra a lo largo del día, según transcurren sus ocupaciones, y en las cuales, si tiene un momento libre o deliberadamente previsto, puede acceder a la información para estudiar; b) la movilidad tecnológica que implica el llevar consigo un dispositivo digital ligero y sin conexiones físicas a la energía o a la red, que se puede guardar en un estuche o un bolsillo; c) la movilidad conceptual, permitiendo el salto constante entre tópicos, temas o aplicaciones de software para obtener aprendizaje formal o informal, comunicación, entretenimiento o simple curiosidad; y d) la movilidad social que permite la interacción instantánea con otras personas o grupos en contextos de educación, familia, trabajo, redes sociales o entretenimiento.
Algunas otras de las características que tipifican al aprendizaje móvil  son: facilita la construcción de entendimientos, es fácil de usar y de organizar, cambia el patrón de aprendizaje a través del trabajo, permite dirigir de manera muy precisa lo que aprende el usuario, habilita el aprendizaje en cualquier parte y en cualquier tiempo, facilita la experiencia de aprendizaje tanto individual como colaborativa, ofrece una oportunidad de aprendizaje no tan formal a los aprendices no convencionales, ofrece auténtica flexibilidad de contenidos y momentos de acceso a través de una gran variedad de plataformas, favorece el desarrollo de habilidades tecnológicas, puede ser usada como complemento para mejorar un curso convencional, es una herramienta consistente con las posturas cognitivistas y constructivistas del aprendizaje, promueve una atención activa por periodos más largos, entre otros.
Para Cobcroft et al. (2006) la característica fundamental y el éxito del AM se basa en la adaptabilidad natural tanto con el bLearning como con los Nativos Digitales; con el primero, porque permite la incorporación menos traumática de las TIC en esquemas virtuales y físicos de trabajo que dan confianza al educando, y con el segundo, porque esta generación de jóvenes ya llega más experimentada en el AM ya que creció haciendo un uso constante de muchos dispositivos móviles (al hablar por teléfono, jugar, oír música o ver la TV, por ejemplo).
Para la UNESCO (2011) las características que están proyectando al AM como modalidad educativa indispensable en el siglo XXI se deben a que: a) La tecnología móvil ya está en manos de alumnos y docentes, lo que implica un ahorro en inversión tecnológica para los centros educativos; b) El número de usuarios de telefonía móvil crece de manera vertiginosa, por lo que constantemente se requiere aumentar el número de accesos a ancho de banda; eso eleva la importancia de la conectividad sobre el tipo de dispositivo; c) La conectividad se ha convertido en un nuevo derecho del ser humano en el siglo XXI; d) La posesión de un teléfono inteligente no crea división entre pobres y ricos; e) Muchos países en vías de desarrollo tiene escasos recursos en cuanto a libros de texto pero no en cuanto a tecnología móvil; y f) La tecnología móvil permite acortar distancias y desigualdades entre comunidades y personas.
Burgos y Lozano (2010) señalan las nueve características más importantes a considerar del aprendizaje móvil: 1) Acceso. Se refiere a la infraestructura tecnológica que permite ofrecer la conectividad móvil al usuario. 2) Ubicuidad. Acceso a información permanentemente disponible para consulta, referencia y aplicación en cualquier lugar, en cualquier momento y para quien lo demande. 3) Usabilidad. Para considerar el diseño y la adaptación del diseño y de los elementos gráficos y de texto que se presentarán al usuario en un espacio de pantalla menor al usual. 4) Eficiencia. Es la capacidad de consulta o descarga de información, sea porque se accede a ella o por que se demanda para enviar al dispositivo móvil. 5) Flexibilidad. Es su capacidad para proveer información, contenidos y recursos en distintos formatos digitales de presentación. 6) Seguridad. Para proteger los ambientes de colaboración y de a través de aplicaciones que aseguran el envío de información confiable. 7) Consistencia. Ofrece la posibilidad de alcanzar la información de manera confiable y fidedigna en el medio seleccionado, sin importar el recurso tecnológico que se use para accesarla. 8)Interactividad. Entendida como la posibilidad de hacer y responder de manera recíproca con otras personas a través del dispositivo. 9) Aprendizaje. Potencia el aprendizaje centrado en la persona, tanto independiente como colaborativo, la atención activa y el desarrollo de habilidades profesionales.

Una de estas cosas no es como las otras


sábado, 21 de octubre de 2017

Un reencuentro con la metalurgia




Estando de congreso académico en Monterrey nos invitaron a participar en unas visitas empresariales. La mayoría de mis alumnos -y yo mismo- estábamos anotados para ir a Wirhpool, pero para esa visita pasó como en los aviones gringos: sobrevendieron el vuelo y hubo que reubicar a algunos pasajeros… lo que significa que los de mi grupo tuvimos que buscarnos otra empresa porque ya no había cupo para nosotros. Yo me entusiasmé por HyLSA (ahora Ternium porque ya la compró esta empresa), pero ninguno de mis estudiantes quiso ir allí y para cuando me quise anotar a la visita de ellos para acompañarlos (una planta que hace capacitores y resistencias), de nuevo ya no alcancé lugar… así que me fui yo solo a HyLSA, con un grupo estudiantes desconocidos que, como yo, ya no habían conseguido sitio en otras salidas.
¿Y saben qué? Que fue lo mejor de todo el viaje para mí. Nunca imaginé que en el marco de un evento mecatrónico pudiera tener la oportunidad de ir a una empresa metalúrgica de tan firme tradición. Fue increíble. Regresar a ver una siderúrgica y una laminadora me removió mis fibras metalúrgicas más hondas. Mientras estaba frente al horno eléctrico de arco con sus atronadores chorro mil watts de potencia (la cuarta parte del consumo de energía eléctrica de todo Monterrey lo representa esta planta) mi sonrisa no cabía en mi cara… y luego cuando presencié el vaciado del acero líquido a la olla de colada mi pulso se aceleró de la emoción y las manos comenzaron a sudarme… ¡wow! Era como si estuviera de regreso en la siderúrgica de Puebla donde trabajé un tiempo… estar en la nave de techos enormes, respirar esos fuertes aromas, el sabor a fierro en la boca, el ruido, el calor… ¿qué les puedo decir? Para todo hay gente en este mundo.
Nos llevaron por varios pasadizos hasta la plataforma de colada continua y ahí, a petición mía, bajamos “al infierno” que es como le llaman a la salida de la colada, por donde va pasando el metal recién solidificado y todavía a temperatura de unos 1300°C… ¡eso es calor! El sentir cómo una delgada película de la piel se te reseca y se hace como papel… y cómo hasta los lentes de contacto se te resecan y opacan dentro de los ojos conforme sube el calor  infernal cargado de los vapores hirvientes del agua que se usa para enfriar y que se evapora al contacto con la plancha de acero incandescente… Por supuesto, sólo el ingeniero-guía (un metalurgista de la Universidad de Nuevo León) y yo compartimos el gusto por la sensación de pasar por ahí… de entender lo que significaba en términos de proceso y de tecnología…los demás -sobre todo las demás– sólo chillaron y se quejaron (creo que eran estudiantes del área de negocios, jajaja).
Los enormes castillos de laminación rodando furiosamente para hacer del planchón de colada una lámina de acero de un dedo de espesor me dejaron sin habla. A la salida de la nave, los rollotes de lámina estaban enfriándose lentamente, todavía a 600°C, en espera de la inspección de control de calidad. Sólo yo me acerqué para verlos bien.
¿Qué les puedo decir?
Fue una experiencia increíble de reencuentro conmigo mismo, con lo que me gusta dentro de la ingeniería… con mi vocación de metalurgista. Fue lo más padre de todo este viaje. Incluso me movió el tapete, porque ya de regreso en el autobús, mientras nos sumergíamos en el tráfico regiomontano, mi mente empezó a hacerse de esas preguntas trascendentales -y a veces traicioneras-: ¿qué rayos estoy haciendo yo en mecatrónica?,  ¿si tanto me gusta la metalurgia, por qué no regreso a ella?, y así por el estilo… Afortunadamente, las respuestas llegaron pronto (como dijera Felipito el de Mafalda, “estas preguntas mientras más pronto nos las saquemos de encima, mejor“). Lo observado en la planta me permitió apreciar la simbiosis de disciplinas, pues muchas partes de los procesos están altamente  automatizadas, como el cambio de rodillos en los castillos de laminación: un proceso que antes llevaba algunas horas y mucha mano de obra y que hoy se hace en sólo 8 minutos… definitivamente,  la metalurgia y la mecatrónica pueden ir de la mano. La cosa es buscarle el maridaje…

Globalización tecnológica e innovación educativa

En la Sociedad de la Información adquieren gran relevancia los activos intangibles debido a que se reconocen como formas de valor que potencian una economía basada en el uso de las ideas y en la aplicación de la tecnología (Lozano y Burgos, 2007). La característica más sobresaliente de esta sociedad es, precisamente, la de estar articulada alrededor de la tecnología, tanto en lo económico, como en lo doméstico o lo social. En esta sociedad del conocimiento las tecnologías de la informática, las telecomunicaciones y los multimedia marcan la pauta de su impulso. Ahora, la información, el conocimiento y la comunicación se han convertido en fuente de productividad, de riqueza y de poder. Los cambios que está provocando la globalización informática no sólo son económicos, políticos o mediáticos, sino también organizacionales, culturales, sociales y personales. Por ello es que se le considera una revolución.
Estos cambios influyen de manera directa en los planteamientos educativos, los cuales exigen adecuaciones de las prácticas docentes para poder mantenerse vigentes. Dentro de este contexto, la educación no es ajena a estos cambios y se ve afectada en todos sus niveles, tanto en la práctica docente en el aula, como en las estrategias y macroprocesos de las instituciones y de los elementos reguladores, los cuales no siempre van al mismo ritmo al que las demandas de la sociedad lo exigen. Por ello, Fullan (2002) recomienda que la manera de adaptarse a las sociedades dinámicas es desarrollando una capacidad de aprendizaje tanto interna como externa, con el fin de crear y recrear patrones coherentes. El cambio es la constante y la innovación es la regla.
Innovar en el ámbito educativo significa incorporar elementos nuevos o nuevas formas de usarlos, modificando con ello el proceso enseñanza-aprendizaje, creando nuevas metodologías de enseñanza, materiales didácticos o medios utilizados. Es de esperarse que la innovación educativa cambie un sistema para mejorarlo y, con ello, se mejore el alcance de sus metas educativas, pues como señalan Altopiedi y Murillo (2010), toda innovación supone un cambio cuyo objetivo implica una mejora en la calidad de algo, pero no todo cambio implica necesariamente una innovación.
Hoy en día podemos entender a la tecnología educativa como el medio para proporcionar una mayor diversidad de canales de comunicación y de aprendizaje para el alumno. Adicional a la instrucción presencial se avizoran materiales multimedia, cursos en línea vía satélite y por Internet que permitirán llevar la educación a regiones remotas o a personas con dificultades para acceder a los centros educativos. La flexibilidad de tiempo y lugar para acceder a los contenidos en cualquier momento y desde cualquier lugar, la liberación de los formatos calendarizados y se volverá relevante la capacidad de trabajar en grupos remotos, con alumnos de diferentes regiones de un país o incluso del mundo (Lozano y Burgos, 2007).
¿Cuál es el valor de las TIC en la enseñanza universitaria? Para Rodríguez (2011), De la Serna (2011), Blázquez (2001) y para Marquès (1999) sólo son recursos que por sí mismos no aportan gran cosa al proceso de enseñanza-aprendizaje. Para conseguir un adecuado aprovechamiento de las TIC, éstas deben incorporarse como un elemento que moviliza el profesor para crear un entorno propicio al aprendizaje y favorecer con ello el desarrollo de modalidades educativas con una mejor adaptación a las necesidades de los estudiantes. Pero incrementar la comprensión de los recursos TIC y acrecentar sus capacidades de uso, tanto de docentes como de alumnos, implica dirigir primero la atención a los dominios de aprendizaje de dichas tecnologías.