La teoría de Vigotsky se basa principalmente en el aprendizaje sociocultural de cada individuo y, por lo tanto, en el medio en el cual se desarrolla. Este autor estaba convencido de que son las personas las que promueven el aprendizaje y el desarrollo de sus semejantes de manera intencional y sistemática, en especial de los adultos con los niños. Según Vigotsky, el cognitivismo de Piaget describía los procesos mentales superiores, considerándolos como fenómenos del espíritu a partir de un apriorismo fenomenológico e idealista, pero alegaba que eran imposibles de explicarlos o que los explicaban de una forma arbitraria y especulativa. Consecuentemente, el aprendizaje es el reflejo de una actividad mental social que implica la internalización de elementos culturales, entre los cuales ocupa un lugar destacado los signos o símbolos tales como el lenguaje, las matemáticas, la escritura y cualquier otro sistema de señales que tenga significado definido socialmente.
Dos de los conceptos fundamentales de esta teoría son la mediación y la zona de desarrollo próximo. La mediación es la manera de enfrentarse al mundo con los medios adecuados. En ese sentido, el lenguaje es el principal mediador en la formación y en el desarrollo de las funciones psicológicas superiores dado que vivimos inmersos en un mundo simbólico. Por otro lado, la zona de desarrollo próximo se refiere a una zona de aprendizaje que la persona puede lograr con la ayuda de otros después de haber alcanzado el dominio de la zona de desarrollo efectivo. Es decir, en estos dos niveles de desarrollo, el que se menciona al último corresponde a todo aquello que el sujeto puede realizar solo, y el primero, a las capacidades que están construyéndose, a todo aquello que el sujeto podrá realizar con la ayuda de otra persona que sabe más.
Ausubel, a su vez, se preocupó por distinguir con toda claridad los principales tipos de aprendizaje. Esto lo condujo a diferenciar el aprendizaje memorístico por recepción del aprendizaje por descubrimiento, y también el aprendizaje de repetición del aprendizaje significativo, el proceso según el cual se relaciona un nuevo conocimiento o información con la estructura cognitiva del que aprende de forma no arbitraria y sustantiva o no literal.
Esa interacción con la estructura cognitiva no se produce considerándola como un todo, sino con aspectos relevantes presentes en la misma (ideas de anclaje). La atribución de significados que se hace con la nueva información es el resultado emergente de la interacción entre las ideas de anclaje claras, estables y relevantes presentes en la estructura cognitiva y esa nueva información o contenido; como consecuencia del mismo, esos anclajes se ven enriquecidos y modificados, dando lugar a nuevas ideas-ancla más potentes y explicativas que servirán de base para futuros aprendizajes.
La mayoría de los contenidos de estudio en un salón de clases se adquieren mediante el aprendizaje por recepción, cuestionados por Barriga (2003) por su descontextualización de la vida real o de las prácticas sociales de la cultura a la que pertenece, de relevancia limitada para el educando y escasamente motivantes. Para que la enseñanza transcurra en contextos significativos, ésta tiene que ser “situada”, es decir, ser parte y producto de una actividad, un contexto y una cultura en que se desarrolle y utilice. El paradigma de la cognición situada busca vincular la noción del aprendizaje significativo con las ideas vigotskyanas del aprendizaje sociocultural. De esta forma, una situación educativa bajo la perspectiva de la cognición situada se entenderá no sólo como la apropiación de los saberes y contenidos por parte de una persona, sino también en las formas en que esto ocurre, siendo la influencia de la referencia comunitaria y de las regulaciones socioculturales un factor decisivo.