Para documentarme en esto de los blogs y hacer un digno papel he andado buscando inspiración en Internet, en donde me topé con los ecos de una lucha de clases… ser bloguero o ser twitero.
Yo entré al mundo del blogueo por la puerta de twitter, en donde muchos de mis seguidos empezaron con su blog y luego se pasaron a twitter. Bichos raros según la ortodoxia bloguera, pero parece que es peor lo que yo empiezo a hacer: “pretender” bloguear si sólo “sabes” tuitear… ¿Tan distinta es la cosa?
Lo curioso es que la descalificación proviene de los blogueros hacia los tuiteros; al revés no me la he topado. Los blogueros se sienten los intelectuales de la red… y seguramente entre ellos habrá muchos que sí lo sean. Pero el serlo no me parece razón suficiente para descalificar a que no cree que lo sea, es decir, los que tuitean. También hay muchos talentos tuiteando, y me consta.
Me siento como que quiero entrar al Club de Tobi y no me dan permiso.
Otra vez las taxonomías. Ese eterno afán de sentirse único y despreciar al que es diferente. Atavismos culturales, intolerancia, o como decía mi tía Eduviges “Porque afortunadamente todavía hay clases sociales”.
Bloguear y tuitear son, a mi parecer, sólo dos formas para satisfacer una misma necesidad elemental de comunicación: la de decir algo a otros. Son las dos caras de una misma moneda. La discriminación bloguera hacia twitter me suena a como si un escritor fuera despreciado por hacer cuento corto en lugar de ensayo. Justo Sierra hizo ambos géneros y no fue menos bueno en uno por dedicarse al otro.
Pero en fin, no pretendo ser un Justo Sierra; mis aspiraciones son más modestas: sólo quiero decir y espero que haya alguien que me dé una oportunidad para oírme… o, en este caso de las TIC, para leerme.
Así que, si hay que respetar las taxonomías, te diré: Hola, soy Luix y soy tuitero-bloguero.
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