Durante este fin de semana llevé a cabo un ejercicio de twiteo con mis alumnos. La idea era que buscaran información sobre la utilidad de twitter en la educación y la compartieran con sus compañeros. También era mi intención que se familiarizaran con esta herramienta para que más adelante la manejemos en el salón de clases.
En términos generales puedo decir que fue un ejercicio exitoso. La gran mayoría buscó ligas interesantes para compartir, y aunque muchas se repitieron porque todos usaron la misma manera de buscar la información a través de Internet (Google y Wikipedia), los comentarios que postearon sobre ellas fueron valiosas e interesantes. En especial me agradó el hecho de que reconocieran nuevas maneras de interactuar para alcanzar un aprendizaje y que reconocieran el valor de ese medio como instrumento de aprendizaje en esta época de redes sociales. También me gustó la parte de los chicos que se animaron a disentir de la mayoría y declarar que twitter TAMBIÉN tiene desventajas y no todo es miel sobre hojuelas.
Así mismo, descubrí dos hechos interesantes: primero, que el alumnado en general prefiere usar como red social a Facebook, porque aquí hay más recursos de entretenimiento. Twitter, según comentó una chica, es “aburrido” porque sólo es para leer y escribir. Segundo, también descubrí que el entusiasmo por twitear baja mucho cuando se encarga como tarea, en lugar de cuando se hace por el gusto de interactuar con otros. Usar a twitter como medio de aprendizaje le resta “atractivo” y algunos chicos lo consideran invasivo hacia su personalidad no académica.
Resulta evidente la utilidad de twitter como medio alternativo de aprendizaje, en especial para incentivar el autoaprendizaje, pero de momento resalta también la necesidad de manejarlo con cierto cuidado para que los alumnos se integren de buen grado y no sientan que se les invade un espacio dentro de su perfil como persona y no como estudiante.
Aquí les dejo un par de ligas intereasntes que encontraron mis alumnos:
1) 50 maneras de usar twitter en la educación
http://www.onlinecolleges.net/2009/06/08/50-ways-to-use-twitter-in-the-college-classroom/
2) Uso educativo de twitter:
http://www.slideshare.net/lizmargarita/uso-educativo-de-twitter
miércoles, 27 de enero de 2010
jueves, 21 de enero de 2010
Silencios tóxicos
Estaba leyendo el post de Mónica Díaz en su blog de Quidam “Tu silencio puede ser tóxico” (http://www.e-quidam.com/elblog/?p=331) en el que habla de cuando los jefes dejan de dar retroalimentación a los colaboradores que están por debajo del nivel esperado, que no muestran capacidad de adaptación o que, simplemente –como ella dice- “no están dando el ancho”. Colaboradores que, por lo mismo, no se enteran oportunamente de que las cosas van mal… o qué tan mal, y un buen día se encuentran abruptamente “de patitas en la calle” preguntándose qué sucedió, por qué no se le previno y volcando su odio hacia la organización y su villano… el ex-jefe.
El post es sobre liderazgo empresarial, pero le viene como anillo al dedo al trabajo del profesor en su clase. Al fin de cuentas, también el profesor es un líder. Si cambias las palabras “jefe” por “maestro” y “colaborador” por “alumno” la situación se vuelve la misma.
¿Cuántas veces los profesores no damos una advertencia o comentario al alumno porque lo vemos “caso perdido”? ¿Por qué no lo hicimos ANTES de que lo fuera? Alumnos que no son conscientes de qué tan bien o mal va su situación en una materia y, al final del periodo académico, se enteran de que están reprobados y no hay nada que hacer. El silencio desgasta la relación maestro-alumno y al final daña la posibilidad de construir un equipo de trabajo exitoso dentro del salón de clase.
La solución, por supuesto, es dar retroalimentación constante sobre el aprovechamiento académico del alumno en todo momento, de manera concreta, abierta y honesta. Es la responsabilidad del profesor al estar al frente de un grupo… y un rasgo de buen liderazgo. Si no se asume “al final el silencio puede ser tóxico también para él”.
El post es sobre liderazgo empresarial, pero le viene como anillo al dedo al trabajo del profesor en su clase. Al fin de cuentas, también el profesor es un líder. Si cambias las palabras “jefe” por “maestro” y “colaborador” por “alumno” la situación se vuelve la misma.
¿Cuántas veces los profesores no damos una advertencia o comentario al alumno porque lo vemos “caso perdido”? ¿Por qué no lo hicimos ANTES de que lo fuera? Alumnos que no son conscientes de qué tan bien o mal va su situación en una materia y, al final del periodo académico, se enteran de que están reprobados y no hay nada que hacer. El silencio desgasta la relación maestro-alumno y al final daña la posibilidad de construir un equipo de trabajo exitoso dentro del salón de clase.
La solución, por supuesto, es dar retroalimentación constante sobre el aprovechamiento académico del alumno en todo momento, de manera concreta, abierta y honesta. Es la responsabilidad del profesor al estar al frente de un grupo… y un rasgo de buen liderazgo. Si no se asume “al final el silencio puede ser tóxico también para él”.
Otra vez las taxonomías
Para documentarme en esto de los blogs y hacer un digno papel he andado buscando inspiración en Internet, en donde me topé con los ecos de una lucha de clases… ser bloguero o ser twitero.
Yo entré al mundo del blogueo por la puerta de twitter, en donde muchos de mis seguidos empezaron con su blog y luego se pasaron a twitter. Bichos raros según la ortodoxia bloguera, pero parece que es peor lo que yo empiezo a hacer: “pretender” bloguear si sólo “sabes” tuitear… ¿Tan distinta es la cosa?
Lo curioso es que la descalificación proviene de los blogueros hacia los tuiteros; al revés no me la he topado. Los blogueros se sienten los intelectuales de la red… y seguramente entre ellos habrá muchos que sí lo sean. Pero el serlo no me parece razón suficiente para descalificar a que no cree que lo sea, es decir, los que tuitean. También hay muchos talentos tuiteando, y me consta.
Me siento como que quiero entrar al Club de Tobi y no me dan permiso.
Otra vez las taxonomías. Ese eterno afán de sentirse único y despreciar al que es diferente. Atavismos culturales, intolerancia, o como decía mi tía Eduviges “Porque afortunadamente todavía hay clases sociales”.
Bloguear y tuitear son, a mi parecer, sólo dos formas para satisfacer una misma necesidad elemental de comunicación: la de decir algo a otros. Son las dos caras de una misma moneda. La discriminación bloguera hacia twitter me suena a como si un escritor fuera despreciado por hacer cuento corto en lugar de ensayo. Justo Sierra hizo ambos géneros y no fue menos bueno en uno por dedicarse al otro.
Pero en fin, no pretendo ser un Justo Sierra; mis aspiraciones son más modestas: sólo quiero decir y espero que haya alguien que me dé una oportunidad para oírme… o, en este caso de las TIC, para leerme.
Así que, si hay que respetar las taxonomías, te diré: Hola, soy Luix y soy tuitero-bloguero.
Yo entré al mundo del blogueo por la puerta de twitter, en donde muchos de mis seguidos empezaron con su blog y luego se pasaron a twitter. Bichos raros según la ortodoxia bloguera, pero parece que es peor lo que yo empiezo a hacer: “pretender” bloguear si sólo “sabes” tuitear… ¿Tan distinta es la cosa?
Lo curioso es que la descalificación proviene de los blogueros hacia los tuiteros; al revés no me la he topado. Los blogueros se sienten los intelectuales de la red… y seguramente entre ellos habrá muchos que sí lo sean. Pero el serlo no me parece razón suficiente para descalificar a que no cree que lo sea, es decir, los que tuitean. También hay muchos talentos tuiteando, y me consta.
Me siento como que quiero entrar al Club de Tobi y no me dan permiso.
Otra vez las taxonomías. Ese eterno afán de sentirse único y despreciar al que es diferente. Atavismos culturales, intolerancia, o como decía mi tía Eduviges “Porque afortunadamente todavía hay clases sociales”.
Bloguear y tuitear son, a mi parecer, sólo dos formas para satisfacer una misma necesidad elemental de comunicación: la de decir algo a otros. Son las dos caras de una misma moneda. La discriminación bloguera hacia twitter me suena a como si un escritor fuera despreciado por hacer cuento corto en lugar de ensayo. Justo Sierra hizo ambos géneros y no fue menos bueno en uno por dedicarse al otro.
Pero en fin, no pretendo ser un Justo Sierra; mis aspiraciones son más modestas: sólo quiero decir y espero que haya alguien que me dé una oportunidad para oírme… o, en este caso de las TIC, para leerme.
Así que, si hay que respetar las taxonomías, te diré: Hola, soy Luix y soy tuitero-bloguero.
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