Llopis (2009) señala que los alumnos que ingresan a la educación superior en España no son precisamente competentes en el uso de las TIC, sino expertos en chat, en messenger, juegos on-line, en el uso del correo electrónico y seguramente en los programas peer to peer.
Pero que la mayoría no saben hacer búsquedas eficientes de información, no conocen las posibilidades de un PowerPoint™, ni siquiera manejarlo con soltura, y apenas escriben con un procesador de texto; operaciones como copiar y pegar no son habituales entre ellos salvo en la Wikipedia.
26 de marzo de 2012
16 de febrero de 2012
10 de febrero de 2012
3 de febrero de 2012
Materiales multimedia
Clasificiones de los multimedia
Existe una gran variedad de materiales multimedia y la manera de clasificarlos también puede ser muy diversa, en función del punto de vista que se seleccione. A continuación se mencionan algunas de las clasificaciones más comunes que mencionan Marquès (1999) y Belloch (2011):
a) Según el sistema de navegación. Es el principal criterio para determinar el grado y modo de interactividad de la aplicación: Lineal, cuando se accede a los contenidos de manera secuencial; Reticular, para permitir que el usuario tenga total libertad para seguir diferentes caminos cuando navega; Jerarquizado, que combina las dos modalidades anteriores para conjuntar sus ventajas.
b) Según su concepción de aprendizaje. Es la perspectiva educativa que se siguió en su planteamiento, pudiendo citarse entre muchas: Conductista, busca generar el aprendizaje mediante mecanismos de estímulo-respuesta-refuerzo; Programada, para el manejo de contenidos muy estructurados y secuenciados; Cognitivista, para la adquisición y representación del conocimiento externo; Constructivista, procurando que el usuario sea el autor de su propio aprendizaje.
c) Según su finalidad. Es el propósito para el cual fue creado el multimedia: Informativo, para usarlos como recurso de consulta; De intervención, como programas de ejercitación y práctica, tutoriales, simuladores, visualizadores, constructores; De entornos, para la creación y la investigación; Para entretener, como juegos; Para evaluar, como pruebas de conocimientos o habilidades
Características generales de un buen multimedia
Hablar de un buen multimedia es hacer referencia a muy distintas cualidades que van desde los aspectos funcionales hasta los estéticos, pasando por los pedagógicos, de diseño instruccional y de la selección de los distintos expertos que ayudarán a desarrollar el material. Y aunque disponer de las mejores cualidades en un multimedia no presupone una mejor instrucción (Salinas, 1996), sí se pueden desear ciertas características que ayuden de manera más segura al proceso educativo; aquí mencionaremos sólo las más destacadas.
Para García (2006), preocupado esencialmente por el diseño instruccional, los factores básicos a considerar son: si las necesidades de aprendizaje están bien identificadas, si hay coherencia entre objetivos y contenidos, que los planteamientos sean claros, que se lleve un avance progresivo, que exista una estructura lógica comprensible para el usuario, que no haya redundancias u omisiones. Salinas (1996) pide que haya una buena adecuación del ritmo de aprendizaje, una secuenciación de la información, ramificación de los programas, alta velocidad de respuesta, excelente calidad de las representaciones gráficas y un concepto modular, entre otros.
Marquès (1999), por su lado, sugiere que el material sea interesante y motivador, que sostenga una continua actividad intelectual, que permita la interactividad, la exposición de los temas desde distintas perspectivas o itinerarios, que provea feed back y que facilité la evaluación. Cubo, González y Fustes (2003) mencionan facilidad de uso, adaptabilidad, compatibilidad con plataformas, entornos audiovisuales atractivos, facilidad de navegación y de orientación, adecuación a los estilos de aprendizaje del usuario, con autoayudas, con diseño instruccional basado en teorías constructivistas que provean aprendizaje significativo, etc.
Existe una gran variedad de materiales multimedia y la manera de clasificarlos también puede ser muy diversa, en función del punto de vista que se seleccione. A continuación se mencionan algunas de las clasificaciones más comunes que mencionan Marquès (1999) y Belloch (2011):
a) Según el sistema de navegación. Es el principal criterio para determinar el grado y modo de interactividad de la aplicación: Lineal, cuando se accede a los contenidos de manera secuencial; Reticular, para permitir que el usuario tenga total libertad para seguir diferentes caminos cuando navega; Jerarquizado, que combina las dos modalidades anteriores para conjuntar sus ventajas.
b) Según su concepción de aprendizaje. Es la perspectiva educativa que se siguió en su planteamiento, pudiendo citarse entre muchas: Conductista, busca generar el aprendizaje mediante mecanismos de estímulo-respuesta-refuerzo; Programada, para el manejo de contenidos muy estructurados y secuenciados; Cognitivista, para la adquisición y representación del conocimiento externo; Constructivista, procurando que el usuario sea el autor de su propio aprendizaje.
c) Según su finalidad. Es el propósito para el cual fue creado el multimedia: Informativo, para usarlos como recurso de consulta; De intervención, como programas de ejercitación y práctica, tutoriales, simuladores, visualizadores, constructores; De entornos, para la creación y la investigación; Para entretener, como juegos; Para evaluar, como pruebas de conocimientos o habilidades
Características generales de un buen multimedia
Hablar de un buen multimedia es hacer referencia a muy distintas cualidades que van desde los aspectos funcionales hasta los estéticos, pasando por los pedagógicos, de diseño instruccional y de la selección de los distintos expertos que ayudarán a desarrollar el material. Y aunque disponer de las mejores cualidades en un multimedia no presupone una mejor instrucción (Salinas, 1996), sí se pueden desear ciertas características que ayuden de manera más segura al proceso educativo; aquí mencionaremos sólo las más destacadas.
Para García (2006), preocupado esencialmente por el diseño instruccional, los factores básicos a considerar son: si las necesidades de aprendizaje están bien identificadas, si hay coherencia entre objetivos y contenidos, que los planteamientos sean claros, que se lleve un avance progresivo, que exista una estructura lógica comprensible para el usuario, que no haya redundancias u omisiones. Salinas (1996) pide que haya una buena adecuación del ritmo de aprendizaje, una secuenciación de la información, ramificación de los programas, alta velocidad de respuesta, excelente calidad de las representaciones gráficas y un concepto modular, entre otros.
Marquès (1999), por su lado, sugiere que el material sea interesante y motivador, que sostenga una continua actividad intelectual, que permita la interactividad, la exposición de los temas desde distintas perspectivas o itinerarios, que provea feed back y que facilité la evaluación. Cubo, González y Fustes (2003) mencionan facilidad de uso, adaptabilidad, compatibilidad con plataformas, entornos audiovisuales atractivos, facilidad de navegación y de orientación, adecuación a los estilos de aprendizaje del usuario, con autoayudas, con diseño instruccional basado en teorías constructivistas que provean aprendizaje significativo, etc.
2 de febrero de 2012
30 de enero de 2012
El concepto "multimedia"
La Educación “multimedia” ha existido desde que se comenzó a emplear la palabra escrita además de la hablada; a partir de este acto ha progresado a través de la utilización de los libros, de la radio, la televisión, los audio y video casetes, las computadoras, la Internet, con el objeto de proporcionar una comunicación multisensorial que apoye de manera más impactante y efectiva al proceso educativo. Salinas (1996) comenta que en la segunda mitad del siglo XX el concepto “multimedia” hacía referencia común a las presentaciones de diapositivas con audio o también se designaba así a los paquetes didácticos comerciales. Para Marquès (1999) los multimedia son materiales que integran diversos elementos textuales y audiovisuales con una finalidad educativa. Empero, estas dos definiciones hoy día hay que tomarlas con cierta reserva pues la situación ha cambiado para implicar la integración de dos o más medios de comunicación que pueden ser controlados por el usuario mediante alguna herramienta TIC (tecnología de la información y comunicación).
Para García (2006) los multimedia son la base para conseguir el “diálogo didáctico mediado”, es decir, la comunicación instruccional entre un docente y un estudiante a través de medios integrados que propician el autoaprendizaje. Para Cubo, González y Fustes (2003) el concepto se refiere al uso de múltiples medios para presentar una información, fija o en movimiento, con textos, animaciones, audio o video, controlados por el usuario para que al interactuar con ella la asimile y construya su conocimiento. Ellos justifican esta variedad de medios arguyendo que el ser humano es ya un receptor multimedia integrado, porque su sistema de percepción necesita recibir información desde diferentes perspectivas y que, consecuentemente, los procesos cognitivos y emocionales también necesitan de diferentes canales de percepción para obtener un conocimiento más profundo de lo que lo rodea.
Dentro de la terminología comúnmente usada en el mundo del multimedia Cubo, González y Fustes (2003) mencionan que existen tres conceptos que, frecuentemente, se emplean como sinónimos o incluso se confunden, pero que tienen significados diferentes; estos son hipertexto, hipermedia y multimedia.
Para diferenciar de manera sencilla estos conceptos, Cubo, González y Fustes (2003) mencionan al hipertexto como una organización no lineal de la información textual; al hipermedia lo definen como la unión interactiva de información presentada en varios formatos que incluyen el texto, las imágenes, el audio, los gráficos animados, etc. En tanto que el multimedia lo refieren a los formatos de los medios disponibles para presentar la información.
Para Lamarca (2011) el hipermedia es la suma de hipertexto y multimedia, es decir que se trata de un gran conjunto, de una red hipertextual en la que se incluye no sólo texto, sino también otros medios: imágenes, audio, vídeo, etc. (multimedia). El hipermedia permite comunicar de manera más efectiva, ya que al ser relacional y multimedial, puede parecer más cercana al modo habitual de expresión y pensamiento, y a su vez, permite al usuario interactuar de manera más rica, sencilla y amigable. El hipertexto provee la estructura de navegación a través de los datos textuales, mientras que el multimedia ofrece no sólo esta estructura de navegación a través de datos textuales, sino a través de una gran variedad de tipos de datos de diferentes morfologías.
En el hipertexto, el usuario pasa de un documento a otro mediante enlaces; cuando el acceso entre contenidos/enlaces se realiza en forma libre, se dice que es un hipertexto no estructurado, en tanto que cuando la navegación entre enlaces se realiza bajo una estructura semántica y conceptual estricta, se dice que es un hipertexto estructurado (Salinas, 1996).
Para García (2006) los multimedia son la base para conseguir el “diálogo didáctico mediado”, es decir, la comunicación instruccional entre un docente y un estudiante a través de medios integrados que propician el autoaprendizaje. Para Cubo, González y Fustes (2003) el concepto se refiere al uso de múltiples medios para presentar una información, fija o en movimiento, con textos, animaciones, audio o video, controlados por el usuario para que al interactuar con ella la asimile y construya su conocimiento. Ellos justifican esta variedad de medios arguyendo que el ser humano es ya un receptor multimedia integrado, porque su sistema de percepción necesita recibir información desde diferentes perspectivas y que, consecuentemente, los procesos cognitivos y emocionales también necesitan de diferentes canales de percepción para obtener un conocimiento más profundo de lo que lo rodea.
Dentro de la terminología comúnmente usada en el mundo del multimedia Cubo, González y Fustes (2003) mencionan que existen tres conceptos que, frecuentemente, se emplean como sinónimos o incluso se confunden, pero que tienen significados diferentes; estos son hipertexto, hipermedia y multimedia.
Para diferenciar de manera sencilla estos conceptos, Cubo, González y Fustes (2003) mencionan al hipertexto como una organización no lineal de la información textual; al hipermedia lo definen como la unión interactiva de información presentada en varios formatos que incluyen el texto, las imágenes, el audio, los gráficos animados, etc. En tanto que el multimedia lo refieren a los formatos de los medios disponibles para presentar la información.
Para Lamarca (2011) el hipermedia es la suma de hipertexto y multimedia, es decir que se trata de un gran conjunto, de una red hipertextual en la que se incluye no sólo texto, sino también otros medios: imágenes, audio, vídeo, etc. (multimedia). El hipermedia permite comunicar de manera más efectiva, ya que al ser relacional y multimedial, puede parecer más cercana al modo habitual de expresión y pensamiento, y a su vez, permite al usuario interactuar de manera más rica, sencilla y amigable. El hipertexto provee la estructura de navegación a través de los datos textuales, mientras que el multimedia ofrece no sólo esta estructura de navegación a través de datos textuales, sino a través de una gran variedad de tipos de datos de diferentes morfologías.
En el hipertexto, el usuario pasa de un documento a otro mediante enlaces; cuando el acceso entre contenidos/enlaces se realiza en forma libre, se dice que es un hipertexto no estructurado, en tanto que cuando la navegación entre enlaces se realiza bajo una estructura semántica y conceptual estricta, se dice que es un hipertexto estructurado (Salinas, 1996).
20 de enero de 2012
Mal de escuela
Una buena clase no es un regimiento marchando al paso, es una orquesta que trabaja en conjunto para interpretar una sinfonía.
Daniel Pennac
Suscribirse a:
Entradas (Atom)