27 de noviembre de 2025

26 de noviembre de 2025

La IA basura invade Internet


Las redes sociales le dan derecho de hablar a legiones de idiotas… Es la invasión de los imbéciles. 

Umberto Eco

 

La credibilidad de Internet siempre ha sido cuestionada, debido a que es un lugar en el que cualquier persona puede decir, compartir, crear, editar y cuestionar. Pero es a partir de 2010 que la confianza en sus contenidos comenzó a disminuir marcadamente, con el auge de las redes sociales y conforme la web se volvió claramente comercial. Si bien es cierto que todavía se pueden encontrar fuentes valiosas y confiables, también lo es que cada vez está más saturada de información falsa y tendenciosa, mucha (¡muchísima!) proviene de contenidos creados con inteligencia artificial generativa.

A pesar de las aplicaciones positivas que puede tener la inteligencia artificial (IA), ahora nos estamos enfrentando a través de sitios como YouTube, Facebook, Instagram o TikTok a oleadas sin fin de contenidos alucinados, falsos, tendenciosos o sin sentido. Pareciera ser que la consigna es “mientras más surrealista, mejor”. A esta tendencia se le llama AI slop, o “bazofia de IA”, es decir, contenido basura creado en masa por herramientas de IA generativa, el cual tiene muy poca interferencia humana y, por ende, de filtros que verifiquen su calidad y su aporte significativo. Es "la invasión de los imbéciles" a la que se refería Umberto Eco, pero recrudecida.

Las redes sociales están llenas de ingentes cantidades de imágenes y videos creadas con herramientas de IA que pueden rendir cientos de versiones por hora. La información de base (los prompts) sale de la misma web sin el menor filtro ni verificación de autenticidad, canibalizándose entre sitios para hacer su propio material. Es una marea de mediocridad generativa que solo busca producir ingresos (muchos, en el menor tiempo posible), que ahoga a los auténticos creadores, los que sí usan su propia inteligencia natural y tardan días en crear una obra original.

Se han detectado canales de YouTube que suben videos donde se narran sucesos históricos están siendo completamente generados por IA, y en los cuales no solamente las imágenes están hechas con estas herramientas, sino que son históricamente erróneas y las narraciones también suelen contar con hechos incorrectos e inventados. Además de dañar significativamente las reproducciones y popularidad de videos investigados, grabados y editados por personas reales, ya sea especialistas o aficionados, esto también está contribuyendo a la desinformación masiva de una materia que nos define como humanidad.

La IA basura se manifiesta con más claridad en redes sociales, pero también ha permeado en otros medios. Ya hay libros que están siendo publicados en librerías digitales que están hechos por inteligencia artificial generativa en su totalidad, e incluso utilizando estas tecnologías para hacer versiones más cortas o sintetizadas de contenido ya existente. Igualmente, muchos de ellos son publicados con nombres muy parecidos a los autores reales, con el fin de engañar y vender más.

La IA basura está creando un universo demencial en el que los mismos bots tienen una participación mayor que la de los propios humanos, los cuales, incluso, pueden ya no ser necesarios para crear contenidos. La IA se crea a sí misma. Es como si la criatura del Dr. Frankenstein se pusiera a hacer otros como él. ¿Qué clase de información va a salir de semejante espiral?


Para los gigantes de las TI, contenido es contenido; entre más barato sea y menos labor humana involucre, mejor. El resultado es un Internet de robots, buscando aquellos sentimientos y pasiones que mantengan a los usuarios humanos frente a sus pantallas.

– Nesrine Malik, The Guardian.


Si la desinformación era ya un fuerte problema de Internet, la IA lo está llevando a su paroxismo. Ahora, ver un video o una imagen va de la mano con el cuestionamiento de su origen, y donde cada vez es más difícil distinguir entre la realidad y la ficción, para todas las generaciones, pero especialmente en adultos mayores y en los más pequeños, que todavía no tienen el conocimiento ni pensamiento crítico para evaluar lo que ven; además de que puede ser especialmente peligroso en niños y niñas, debido a que el contenido vacío y sin sentido que genera la IA sin supervisión además de no aportarles valor, puede incluir contenido inapropiado, violento o sexual.

En la Era de la Desinformación, ahora más que nunca será primordial que las instituciones educativas prioricen el pensamiento crítico y la alfabetización mediática, con el objetivo de que las nuevas generaciones puedan navegar en un universo digital onírico, donde la realidad y la ficción se fusionan cada vez más.

 

Fuente: Jiménez, M.S. (2025, noviembre). ¿Harto de la bazofia de IA en redes? Yo también. Edu News. https://observatorio.tec.mx/edu-news/


21 de noviembre de 2025

Los beneficios de aburrirse (II)


Los que no saben soñar son más propensos al aburrimiento

 Charles Langbrindge Morgan

 

Hoy en día es común ver a niños y adolescentes frente a su teléfono o tableta para evitar que se aburran o que den la lata. Empero, esta solución práctica de los padres digitales está creando un problema profundo: la desaparición del aburrimiento como experiencia cotidiana. Como advierte Writer’s Digest, “estamos criando a una generación que nunca ha conocido el verdadero aburrimiento, esa picazón enloquecedora de una tarde vacía que solo se calma creando algo nuevo”.

El aburrimiento ha sido históricamente un motor de creatividad. Cuando no había distractores digitales, los niños inventaban juegos, historias, dibujaban o simplemente buscaban una manera de entretenerse, dentro o fuera de casa. Hoy, en cambio, el acceso constante a pantallas ha reducido estos espacios de imaginación y reflexión. La pregunta es inevitable: ¿qué pasa con la creatividad infantil cuando nunca permitimos que nuestros hijos se aburran?

Lejos de ser una pérdida de tiempo, el aburrimiento es un estado que empuja al cerebro a buscar estímulos, soluciones y nuevas formas de exploración. El aburrimiento, según la psicóloga clínica Jennifer Delgado, ayuda a los niños y adolescentes a desarrollar una resiliencia emocional que les será de utilidad en la vida adulta. En un artículo publicado en la revista Children & Screens, se dice que es un estado que impulsa a imaginar escenarios alternos y nuevas metas, lo que desarrolla el pensamiento divergente, clave para la innovación y la resolución de problemas complejos.

Pasar mucho tiempo ante las pantallas afecta la capacidad de las infancias para resolver problemas de forma creativa ya que reduce la experiencia práctica en ese campo y limita el tiempo libre para pensar, explorar con la imaginación o crear cosas con las manos. Cada que se entrega un dispositivo a un niño para tenerlo quieto, se corre el riesgo de condenar su capacidad para descubrir cosas nuevas y resolver situaciones fuera de las pantallas.

Aunque pareciera que la cosa es al revés, que las pantallas ofrecen un océano de posibilidades de entretenimiento, aprendizaje y conexión social, éstas se consumen de manera pasiva y estructurada. Muchos videojuegos tienen reglas definidas, mientras que los videos de YouTube muestran una secuencia predeterminada y las redes sociales están diseñadas para retener la atención, lo que significa que queda poco espacio para la creación espontánea.

Por supuesto, la tecnología también puede inspirar. El pintor Timothy Lai, por ejemplo, explica cómo usa tableros digitales para organizar sus ideas y explorar temas recurrentes. Además, las aplicaciones educativas, la narración digital y la realidad aumentada pueden ser aliadas si se usan con intencionalidad pedagógica. El desafío está en encontrar un equilibrio: aprovechar lo mejor de lo digital sin que sustituya la experiencia del aburrimiento y la creación propia.

La clave está en distinguir entre distracción útil e inútil. Soñar despierto puede ser una forma constructiva de divagación mental que conduce a la incubación de ideas. Por el contrario, el desplazamiento interminable en redes sociales suele fragmentar la atención y generar fatiga cognitiva.

 

Aunque parezca raro, los expertos sugieren reservar tiempo libre para aburrirse.

 

Negarle a las infancias la posibilidad de aburrirse no es un asunto menor, pues el aburrimiento cumple una función estructural en el desarrollo. Al eliminarlo mediante la hiperestimulación digital, se empobrece no solo la experiencia cotidiana, sino dimensiones críticas del crecimiento infantil.

Aburrirse es parte del entrenamiento para la vida, ya que favorece la comunicación, fortalece la autorregulación, enriquece la imaginación y protege la salud mental. Privar a niños y adolescentes de ese recurso natural implica limitar su capacidad para desarrollar herramientas esenciales en un mundo cada vez más complejo. Como explica el terapeuta Kent Toussaint: “El aburrimiento es la semilla de la creatividad, pero cuando lo evitamos todo el tiempo, los niños nunca necesitan crear, aprender una habilidad o hacer amigos”.

El aburrimiento no es un enemigo a erradicar, sino un recurso pedagógico y emocional a recuperar. En medio de la saturación digital, permitirnos y permitir a las infancias habitar esos vacíos creativos pueden ser la clave para formar generaciones más resilientes, imaginativas y capaces de enfrentar un mundo en constante cambio.


Fuente: Delgado, P. (2025, octubre). El arte perdido del aburrimiento: cómo el tiempo frente a la pantalla está matando la creatividad, Edu Newshttps://observatorio.tec.mx/edu-news/

19 de noviembre de 2025

Los beneficios de aburrirse (I)


Una generación que no soporta el aburrimiento será una generación de escaso valor.

Bertrand Russell

 

En la sociedad contemporánea, que enaltece la productividad y el estar siempre haciendo algo, se ve al aburrimiento como algo malo que ha de evitarse, sobre todo en los niños y jóvenes. Sin embargo, la historia nos enseña que el aburrimiento no es nada negativo, al revés, es una valiosa oportunidad para pensar, reflexionar en las cosas de la vida y hasta hallar inspiración para resolver problemas o inventar cosas. Es una oportunidad para la espontaneidad y la intuición, dos elementos claves de la creatividad.

Cuando sentimos aburrimiento, nuestra mente busca nuevas maneras de entretenimiento y estimulación. Este proceso nos motiva a investigar ideas, pensamientos y acciones que normalmente no consideraríamos. Situaciones como estas permiten que nuestra imaginación florezca, brindándonos la oportunidad de hallar soluciones innovadoras a los problemas, descubrir nuevos intereses y encontrar distintas formas de expresión artística. El aburrimiento nos ofrece un espacio mental vacío donde podemos conectar ideas que parecen no tener relación, favoreciendo así el surgimiento de conceptos originales y creativos.

De igual manera, cuando estamos aburridos, tenemos tiempo para reflexionar sobre nuestras vidas y sobre nuestro mundo interior. El aburrimiento nos brinda la oportunidad de desconectarnos de las distracciones externas y conectarnos con nuestros pensamientos, sentimientos y metas personales. Al tomarnos el tiempo para pensar, podemos evaluar nuestras decisiones, identificar oportunidades de mejora y desarrollar un sentido más profundo de nosotros mismos. Estas reflexiones pueden ser especialmente valiosas en un mundo que cambia rápidamente, donde a menudo estamos atrapados en la rutina y la superficialidad. Al permitirnos momentos de aburrimiento, le damos a nuestra mente el espacio que necesita para explorar las experiencias pasadas, nuestras acciones y las metas futuras. El autoanálisis nos ayuda a comprender mejor quiénes somos, qué queremos y qué cambios podemos hacer en nuestra vida para lograr una mayor felicidad y bienestar.

Asimismo, cuando nos sentimos aburridos buscamos una tarea que nos entretenga, es decir, buscamos un estímulo para nuestra mente, lo que ayuda a nuestra capacidad de atención y concentración. Cuando desarrollamos la capacidad de mantenernos enfocados en una tarea o actividad, a pesar de que pueda ser aburrida, podemos mejorar nuestra capacidad para mantenernos enfocados, lo cual es siempre beneficioso, tanto en el trabajo como en la escuela.

Y por si esto fuera poco, al aprender a tolerar y aceptar el aburrimiento, aprendemos a desarrollar nuestra resiliencia emocional, a manejar la frustración, la incomodidad y a no depender constantemente de la gratificación instantánea. Como resultado, nos volvemos más capaces de lidiar con el estrés, la ansiedad y otras emociones difíciles en la vida diaria.

Así pues, el aburrimiento nos permite salir de nuestra zona de confort y estar más abiertos a las posibilidades que nos ofrece la vida. Cuando no estamos constantemente ocupados, tenemos más libertad para perseguir nuestra curiosidad e intereses. La apertura a la espontaneidad y la intuición puede conducir a una experiencia enriquecedora y a la creación de conexiones humanas más profundas.

Apuntes sobre el texto Las ventajas del aburrimiento, de la psicóloga Lucía Ongil, del Instituto SINEWS, España.


4 de noviembre de 2025

Networking universitario

 


Las universidades mejor rankeadas de México (como la UNAM, el Tec de Monterrey o el ITAM) tienen un impacto significativo en las relaciones profesionales de sus alumnos y graduados, no solo a través de la formación académica, que suele ser bastante buena, sino también al actuar como plataforma para establecer contactos sociales valiosos y duraderos. Estudiar en una de estas instituciones puede facilitar la creación de una red de relaciones personales provechosas en lo social y lo profesional que pueden impulsar de manera beneficiosa la carrera de un egresado.

Al atraer predominantemente a estudiantes de entornos socioeconómicos solventes y a alumnos becados de alto potencial, en estas universidades se crean redes de contactos (networking) que pueden incluir a futuros líderes empresariales y políticos. Lazos que se enriquecen con las sociedades de exalumnos, que en estas instituciones suelen ser muy sólidas y activas, brindando un apoyo que se extiende mucho más allá del campo profesional o de la graduación, brindando oportunidades de interactuar de cerca con expertos y profesionales de renombre, lo que trae consigo oportunidades únicas de orientación y conexiones profesionales valiosas.

Recuérdese como ejemplo notorio el caso del presidente Miguel Alemán, quien durante su etapa universitaria construyó una red de relaciones que con el tiempo se conocería como el “Grupo de la Universidad”, que fue fundamental para el ascenso político y económico de sus integrantes, como Manuel Gual Vidal (creador del INBAL), Ramón Beteta (figura clave del “milagro mexicano”) o Antonio Carrillo Flores (impulsor de la economía). La UNAM lleva tiempo siendo el centro de la formación de las élites políticas, así como el ITAM lo es para las económicas y el Tec de Monterrey para las empresariales.

Y aunque el mundo laboral es cada vez más competitivo y feroz, el hecho de graduarse de una de estas universidades puede aumentar la credibilidad y la visibilidad profesional de una persona. El prestigio de la institución ayuda a abrir puertas y a facilitar el acceso a eventos y comunidades que no están al alcance de todo el mundo. Además, estas universidades mantienen vínculos estrechos con empresarios y líderes de los sectores productivo, financiero, de negocios o de tecnología, lo que se traduce en oportunidades y ofertas exclusivas para sus estudiantes y egresados.

Aunque estudiar en una universidad altamente rankeada ofrece muchas ventajas para el posicionamiento social y profesional, es importante hacer notar que por sí solas dichas ventajas no garantizan el éxito, pues éste depende igualmente –y en la misma medida- del esfuerzo individual y las habilidades personales del graduado. El “networking” estriba también en la capacidad de la persona para construir y mantener relaciones sociales significativas. ¿Cómo? Participando en ferias, conferencias, reuniones con exalumnos, y sobre todo, colaborando en proyectos: ofrecer ayuda y conocimientos retribuye fortaleciendo las relaciones, generando confianza y facilitando el acceso a oportunidades cada vez mejores.

Este aspecto de las redes de influencia no siempre suele ser tomado en cuenta al momento de escoger universidad. Cuando un joven tiene que tomar esta decisión, generalmente privilegia factores personales (interés, vocación, ambiente), académicos (oferta, modalidad, calidad, reputación) y financieros (costos, becas, proyección laboral). Los padres de familia de nivel socioeconómico solvente pueden pagar las universidades mejor rankeadas (frecuentemente son en las que ellos mismos estudiaron), no solo por cuestiones de nivel educativo, sino por las posibilidades laborales para sus hijos, que incluyen las redes profesionales que ellos mismos ya han tenido la experiencia de aprovechar. Pero un progenitor que no ha tenido esta vivencia difícilmente podrá tomarla en cuenta al aconsejar a su hijo.

El networking profesional en la universidad es crucial para el desarrollo de una carrera, ya que permite construir relaciones que abren puertas laborales, promueven el crecimiento personal y profesional, y facilitan el acceso a recursos y oportunidades que no están al alcance de todos.